Cerca de 150 especies de plantas que viven en el Pirineo a más de 3.000 metros de altitud, entre las que se encuentran veinte endémicas de esta cordillera, tienen comprometido su futuro a medio plazo debido al calentamiento global.
Así se desprende de un estudio científico publicado en el suplementoNature Climate Change, de la revistaNature dedicado al cambio climático y en el que han participado los aragoneses Luis Villar, biólogo e investigador titular del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca, y José Luis Benito Alonso, biólogo profesional de libre ejercicio. Junto a ellos han tomado parte los investigadores de la Universidad de Granada, María Rosa Fernández Calzado y Abderramene Merzouki, encargados de estudiar la flora de Sierra Nevada.
El artículo del que son cofirmantes se titula Continent-wide response of mountain vegetation to climate changey muestra uno de los resultados del monitoreo a largo plazo que se está realizando sobre el impacto del calentamiento global en la flora de alta montaña, gracias al proyecto GLORIA (Global Observation Research Initiative In Alpine Environments).
Este estudio se ha realizado en sesenta montañas y doce países de Europa, con la participación de veintiséis equipos europeos, y, en el caso de España, se ha llevado a cabo en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en el Pirineo oscense y en Sierra Nevada.
El estudio pone de manifiesto que las plantas amantes del calor (también llamadas especies termófilas), están desplazando a las especies alpinas más adaptadas al frío, debido al aumento de las temperaturas causado por el calentamiento global. En el Pirineo y Sierra Nevada, los dos macizos montañosos donde se inició GLORIA en España, son las montañas europeas «donde más se ha constatado este fenómeno».