El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla hará pruebas a todos los menores que tiene acogidos, que son un centenar, y a los que lleguen a partir de ahora para comprobar la veracidad de la versión de quienes dicen ser sus padres.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que esta medida será posible gracias al protocolo que se va a firmar en breve, en el que participarán el propio CETI -dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social-, la Consejería de Bienestar Social, la Fiscalía de Menores y la Universidad de Granada (UGR).
La institución universitaria será la encargada de realizar las pruebas de paternidad en uno de sus laboratorios, lo que permitirá que no tengan coste para el Estado o, en el caso de que lo tuviera, sea mínimo.
Las mismas fuentes han informado de que este acuerdo, fruto de una reunión mantenida entre las partes hace pocos días, empezará a ejecutarse a principios de enero para comprobar si los menores son hijos de quienes dicen ser sus padres o, en cambio, no forman parte de una misma familia y simulan serlo para obtener una especial atención.
El CETI da cobijo actualmente a 88 familias de muy diversas nacionalidades, que agrupan a un total de 205 personas -101 menores de edad- de las casi 900 que viven bajo su techo.
Debido a sus especiales circunstancias y vulnerabilidad, las familias siguen un trámite burocrático diferente a los inmigrantes que llegan solos, lo que les puede facilitar en algunos casos el objetivo de quedarse en España gracias a la colaboración de ONG que se ofrecen a acogerlos en sus centros, buscarles trabajo o ayudarles con los papeles.
Este mismo mes, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, anunció que había dado instrucciones para agilizar la salida de unidades familiares de inmigrantes irregulares a centros de acogida de la Península, ya que algunas de ellas llevan varios años en Melilla y el CETI sufre una saturación importante.