Los colegios mayores las castigan, el decano de Medicina y el rector de la Universidad las condenan, se organizan fiestas alternativas y un acto académico más solemne y acorde con la fecha, pero nada… Un año más, las ‘novatadas’ de San Lucas, patrón de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, han acabado con un par de centenares de alumnos del primer curso cubiertos de comida y, con ellos, la céntrica plaza de la Universidad, rodeada de edificios protegidos patrimonialmente.
De hecho, la estatua de Carlos V, manca desde hace años y pintada en la espalda con el número y el nombre de un futbolista, ha vuelto a ver al ‘Lucas»encaramarse a ella y lanzarse sobre la multitud de ‘novatos’. El paseo desde la Avenida de Madrid a la de la Constitución hasta llegar a la sede de la Facultad de Derecho se realizó al grito de: «¡Útero, vagina, medicina!».
El descampado junto a la Facultad de Medicina amaneció con una de las tapias cubiertas de plásticos y el suelo protegido con cartones, cortesía de los ‘veteranos’»que procuran ensuciar el mínimo imprescindible sin renunciar al «uno, dos, tres, cuatro: ¡queremos sangre de novato!». Los cartones también decoraron el suelo de la Plaza de la Universidad, pero con escaso éxito.
«Es un engorro por la suciedad, pero luego los chavales consumen», comentaba uno de los dueños de las cafeterías de la Plaza de la Universidad. «Esto no se puede prohibir, hombre, si haces amigos y es de los mejor de cada curso», apostillaba Alberto, estudiante de tercero de Medicina, identificado con bata verde y un tres en la cara para que nadie lo tome por ‘novato’. «Me temo que es inevitable, pero da muy mala imagen de la Universidad», añadía uno de los profesores de Derecho, que intentaba entrar en su Facultad sin acabar ‘bautizado»por los futuros médicos.
Este curso los colegios mayores de Granada han pactado castigar a quienes realicen novatadas de forma conjunta, con desigual éxito: sólo ha servido para volverlas clandestinas. El problema de San Lucas, además de su espectacularidad invadiendo el centro de la ciudad -el Ayuntamiento tiene que desplegar un dispositivo especial de limpieza que sigue al reguero de ‘novatos’-, es que no se organizan desde ningún colegio, sino desde la propia Facultad de Medicina por parte de los mismos alumnos.