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LA ORDENANZA QUE AYUDA AL AMO DEL SEXO

LA ORDENANZA QUE AYUDA AL AMO DEL SEXO

Don Pepe pasea su envergadura, orondo, por el Sicab. No confundir, no es el entramado tributario que utilizan Ortega, Koplowitz y compañía para pagar menos del 2% de sus réditos al fisco. No. Es el Salón Internacional de Caballo de Pura Raza Española en Sevilla. El magnate del sexo granadino -el ya extinto diario La Opinión le bautizó así- va acompañado por una mulata que hace que la gente gire sobre su propio eje. Luce chaqueta gris con los bolsillos descuajaringados, camisa clara, pantalones negros de pinza. Pelo entrecano. Va a por su ejemplar de 300.000 euros. «El mejor de España», afirma. Este self made man del alterne granadino tiene diversos motivos para ser feliz. Uno de sus caballos más jóvenes será campeón en un futuro. Pero es una minucia comparado con el regalo que los concejales de la provincia andaluza le han hecho indirectamente. Al aprobar la novísima ley de convivencia ciudadana de Granada le harán aún más rico.

Esta norma -publicada en el Boletín Oficial de la Provincia del 21 de octubre y efectiva desde esta semana- contiene las sanciones más duras contra la prostitución callejera en España [multas de hasta 3.000 euros]. ¿Por qué Don Pepe, amo y señor del alterne en Granada, gana con esa ley? En primer lugar porque sus chicas trabajan bajo techo y, además, las que hasta ahora lo hacían en la calle le pedirán resguardo.

Diversos estudios estiman que en Granada entre 350 y 500 mujeres ejercen este oficio. De ellas, aproximadamente 250 trabajan en los clubes nocturnos del Don. ¿Un monopolio? Casi, casi.

Su estampa impone. Aire de seductor a lo José Luis López Vázquez, con la salvedad de sus 190 cm de estatura. Don Pepe se mezcla con las celebrities, entre ellas, Ivana Trump. Medio truhán, medio jugón, comenta su vida y su fortuna forjada entre catres y preservativos. Su historia deja al protagonista de Sexus, la novela de Henry Miller, como un adolescente en busca de un beso. Don Pepe posa para la cámara. La exuberante mulata se sube al lomo del animal. Pepe sujeta el arnés. Domina la situación.

Dicen que su fortuna supera largamente los 50 millones de euros. Que sus locales no tienen rivales en su ciudad. Que cambia de amante cada semana [cada día, los más mitómanos]. Que le compró un hotel a la multinacional Sol Meliá Hotels & Resorts y lo convirtió en uno de los cinco mayores clubes de alterne en España. ¿Habladurías fruto de la envidia o la verdad de un hombre misterioso que huye de los medios?

José González Bravo -o Pepe El Loco como le llaman a sus espaldas- ronda ya los 60 años, aunque aparenta menos edad. Lleva más de media vida en el negocio del sexo. «Todo lo que tengo se lo debo a ellas», cuenta orgulloso. «Las defiendo, creo en sus derechos y pienso en ellas siempre». Su acompañante le observa. Parpadea rápidamente. Comparten miradas cómplices, de felinos en celo.

Hasta su adolescencia jugó en las divisiones inferiores del Barcelona [era la época pre-Masia, la residencia acaba de cumplir 30 años]. Cree que hubiera podido ser futbolista profesional. Dejó de regatear con el balón porque el alterne era el futuro -el suyo- y comenzó cuando estaba en la veintena. «Me gustaba, me gusta, demasiado la noche». Fundó hace más de dos décadas el Don José, el night-club que marcó la vida de la urbe de la Alhambra.

Su éxito es avalado por un estudio realizado por Francisco Jiménez Bautista, respetado profesor de Antropología Social de la Universidad de Granada y especialista en el tema de la prostitución. Su investigación revela que esta casa de citas es, para los granadinos, uno de los tres lugares más conocidos de la ciudad [encuesta a 3.057 personas, publicado en su libro Las gentes del área metropolitana en Granada]. La punta del iceberg de su emporio. Su fama se ha construido con anuncios radiofónicos. Es normal que las emisoras de la ciudad lancen la convocatorias de sus fiestas temáticas o con pornostars como Lucía la Piedra. También que equipos de fútbol lleven su logotipo. Que figure en guías turísticas.

PROPIEDADES. Posee ganado, propiedades inmobiliarias y hasta un gran restaurante. Sin embargo, los datos mercantiles de González de los últimos tres años apuntan a un empresario con problemas financieros más que a un potentado. ¿Triquiñuelas contables? Lo cierto es que con su segundo club (Don Pepe), variante una vez más de su nombre, l consolidó su oferta. Polémico, lo ubicó a a escasos metros de un colegio del Opus Dei. Pero su apuesta mayor la hizo en 2005. Ese año llegó al acuerdo para comprarle a Sol Meliá el hotel Tryp Alcano.

Tras una larga reforma, se inauguró el 19 de junio de 2008. Las bromas en Granada iban en torno a qué político cortaría el listón. El monto de lo que gastó Don Pepe para poner en marcha su nuevo buque insignia es secreto. Pero considerando que posee 5.000 metros cuadrados de jardines, más de 120 habitaciones, aparcamiento con 200 plazas y perímetro de seguridad, su inversión alcanzaría un mínimo de cinco millones de euros. «Es uno de los más grandes de España», presume su dueño. «Con todos los controles sanitarios en regla». Declara nueve hijos. Alguno de ellos fuera del país. «Mi ojito derecho es mi niña de 3 años. Tengo que ir a verla a Brasil».

Formó parte de Anela (patronal del alterne), pero la dejó por discrepancias con sus colegas. «Somos empresarios de la noche pero tenemos que ser señores, mantener el protocolo y no actuar de forma extravagante. No es normal que en una reunión con un ministro para hablar de soluciones en el sector, cada uno se presente con una mujer con minifaldas de escándalo, mucho oro…».

«Aunque no lo creas, la gente de este sector se niega a envejecer. Hacen todo lo posible. Date cuenta que eso de estar rodeado de tanta juventud te afecta», dice mientras pasea orgulloso de sus caballos y sus mujeres. «Tengo cero estudios y mira lo que he conseguido», se pavonea.

Recuerda con gesto adusto cuando el director del diario La Opinión de Granada le escupió la acusación que más detesta.

-Eres un proxeneta -le imputó.

-Lo soy tanto como tú, que aceptas anuncios de pago en tu diario.

Aún así el estigma le persigue. El encuentro en Sevilla, mientras se celebra el Salón Internacional del Caballo, termina. Existe el compromiso de un segundo encuentro en Granada, en su territorio, con preguntas in situ. No se produce. José González desaparece. Y no tendría razones para esconderse. Según sus propias palabras, es un «empresario que vela por la seguridad de las chicas». La policía señala que «está limpio, no hay denuncias contra él». El propio profesor Jiménez, de la Universidad de Granada, conoce su historial y declara que «ninguna de las mujeres que trabajan con él, lo hacen coaccionadas». La hermana de Pepe, que atiende el teléfono ante la espantada de su pariente, señala que suele esfumarse por temporadas. Recluirse y, de pronto, reaparecer. «Así es él». Ciclotímico.

Fuentes de fiscalía señalan que en Madrid existe una investigación abierta por blanqueo de dinero. Pero también que es normal que «se vigile con mucha minuciosidad a estos empresarios, porque manejan demasiado dinero en efectivo. Por tanto no significa [necesariamente] que haya cometido ningún delito». Judicialmente está limpio.

ONANISMO. El letrero exterior del Don José es un ejercicio de onanismo al ego de González. Las luces multicolores parpadean con mayor intensidad que las de Toys «R» Us, que está en la misma área comercial-industrial. Su club de alterne se levantó sobre suelo rústico, porque el Ayuntamiento declaró «de interés social» sus actividades. Los taxis se pelean por sus clientes. Pero la administración del hotel tiene a sus favoritos y son ellos quienes recogen a los clientes. Los vips tienen un transporte especial. Nada está sujeto al azar. Es martes. Ocho de la tarde. En el interior, treinta mujeres de distintas nacionalidades van toqueteando la pelvis de los clientes. La barra central de madera es un refugio.

-¿Quieres subir? -pregunta una chica de ojos marrón-verdoso y cabello negro que dice llamarse Lucy.

-Depende.

-Todo. Todo por 100 euros la hora y 50 la media. Pero todo.

-¿Eso qué significa?

-Incluso sin preservativo.

-¿En serio?

-¿Tú te ves sano? Yo estoy bien. ¿No me ves?

Tras una charla se va a un rincón y comienza a frotar sus labios con su lengua. Un tipo de pelo castaño, 55, dice: «No le creas. Dice eso, pero arriba nada». Después, va a por Lucy. Le invita a una copa de 18 euros. Hace un gesto afirmativo con la cabeza, confirmando su astucia. Suben las escaleras. «Hay cerca de 100 habitaciones», cuenta una muchacha rubia, vestida con un traje fluorescente. Sin contar el sótano.

EL SÓTANO. El profesor González Bravo nos describe esa área. «Está reservado a los constructores y a los grandes empresarios. Allí se han firmado los grandes acuerdos de la ciudad, entre botellas de Chivas de 24 años». Se reserva el nombre de los protagonistas. Pero lo dice con la certeza de un investigador que lleva una década imbuido en el universo de la prostitución en Granada, que es casi sinónimo de hablar de Pepe.

-Se estima que su fortuna alcanzaría los 50 millones de euros.

-Esa cifra se podría quedar corta. Él y sus hermanos habrían firmado compras de cortijos y otras propiedades por valor de 10.000 y 15.000 millones de pesetas [60 y 90 millones de euros] en Granada, Jaén y otros sitios. Eso sin mencionar lo que esto implica en subvenciones y ayudas de la Unión Europea.

[La visita por el interior de sus locales se hace sin él. Nos presentamos como periodistas en todos sus night-clubs. Pero, cuando se retrataba la fachada del local que lleva su nombre, un miembro de la seguridad nos arroja piedras. Después le coge la cámara al fotógrafo. Tras un forcejeo y amenazas dejamos su local. Un testigo comenta: «Por eso le llaman Pepe El Loco». Otra de sus ocurrencias fue, cuando la Alhambra batallaba por ser una de las nuevas siete maravillas del mundo, ordenó que en sus locales se invitara una copa a quien probase que había votado por el icono granadino.]

En la periferia de Granada, carretera de Jaén, es donde los efectos de la ley de convivencia se dejan notar. La Policía Local asegura que antes había entre 50 y 70 mujeres allí. Ahora no hay más de 15. Andrea -rubia l\’oréal, con kilos de más, 28 años, rumana- trata con su escote y su andar pendular de conquistar a los conductores. Nadie se detiene. No se ha puesto aún ninguna multa [la Policía Local tiene la orden de comenzar con los clientes esta semana y, en enero, con las prostitutas] pero el miedo está.

-¿Has intentado trabajar en algún club de alterne?

-Sí. Pero soy vieja y fea. Allí no me quieren.

Con información de José A. Cano

3.000 EUROS DE MULTA A CLIENTES Y PROSTITUTAS

Granada es la primera ciudad andaluza que multará a prostitutas y clientes. La ley entró en vigor el 10 de noviembre -pero vencido el plazo de un mes para educar y advertir sobre las amonestaciones- y esta semana se ha dado vía libre a los agentes de la policía local. El primer paso es poner sanciones de entre 750 y 3.000 euros, pero sólo a los clientes [a la derecha, parte del artículo 54 de la ley publicada en el Boletín Oficial Provincial]. A las prostitutas se les multará a partir de enero de 2010. El monto más alto, considerado para infracciones «muy graves», se aplicará a quienes «en espacios situados a menos de 200 metros de distancia de zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial alguna» ejerzan o contraten servicios sexuales. Esta cifra es la más alta de España [comparte el honor de imponerla junto a Barcelona, Casteldefells, Girona, Lleida…]. La aplicación de esta sanción en Granada ha desencadenado en Andalucía una ola de medidas similares en Huelva, Málaga y Sevilla. En el caso de esta última únicamente se sancionará a los clientes. La onda expansiva llega hasta Galicia: Lugo también se apunta. En Granada, por lo pronto, la oferta de prostitución callejera se ha reducido en más del 65%.
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