ESPACIO
El micrófono se debió quedar tapado cuando aterrizó
SILVIA ROMAN. Enviada especial
La sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea (ESA) pudo quedarse sorda en el aterrizaje. Según detallaba ayer José Juan López Moreno, co-investigador español de HASI (el instrumento que llevaba incluido el micrófono, y que en inglés se denomina Huygens Atmospheric Structure Instrument), el «silencio sepulcral» que grabó la Huygens durante la hora y 10 minutos que estuvo transmitiendo desde la superficie no puede ser lo que ocurre naturalmente.
«Sabemos que funcionó, pero es extraño que el silencio fuera tan enorme», explicaba López Moreno en la sala donde los científicos acababan de hacer públicos sus recientes descubrimientos. «El micrófono no se llegó a romper, sino que, tal vez, se hincó en el suelo y quedó taponado», añadió el jefe del departamento del Sistema Solar del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Pero lo que condujo exactamente a los investigadores encargados del instrumento HASI a descartar que Titán sonara a un intenso silencio fue que, justo antes del aterrizaje, el viento era de siete metros por segundo, esto es, de 20 kilómetros por hora, y al menos alguna ráfaga se debería haber escuchado y quedado registrada en la transmisión.
En todo caso, la grabación de la caída del Huygens deja más que satisfecha a toda la comunidad científica internacional que ahora es todo oídos para desentrañar algún secreto a partir de ellos.
Por otra parte, el equipo de científicos de la Universidad de Granada estudiará la posible existencia de rayos en la atmósfera de Titán, a partir de la elaboración de hipótesis sobre aspectos ignotos del satélite, como las características de la superficie o la conductividad atmosférica, gracias a los datos que ha enviado la sonda Huygens durante varias horas.