– Los expertos piden un máster de educación en museos
Profesionales y estudiantes de todo el mundo se han reunido en Madrid para celebrar el I Congreso Internacional: Los museos en la educación. Los docentes son clave en la proyección social de los centros de arte, pero apenas reciben formación
La formación es fundamental para eliminar las brechas sociales y afrontar los retos que implica la globalización. Es una de las opiniones expuestas por Emilio Botín, presidente de Banco Santander, en el discurso que ofreció la pasada semana en la Universidade do Porto, con motivo de su 97 aniversario.
Durante su intervención, el presidente insistió en el papel y la responsabilidad social de las empresas en el apoyo a las universidades. En un futuro próximo, dijo, no se hablará de empresas socialmente responsables, sino simplemente de empresas, ya que la falta de compromiso implicará el rechazo por parte de la sociedad.
Como ejemplo puso la alianza que, desde 1996, mantiene el Santander con el mundo universitario. Un compromiso al que se han destinado 500 millones de euros para el patrocinio de proyectos desarrollados por más de 600 universidades de España, Portugal, América, Reino Unido y Rusia. En este ámbito de colaboración destacan el respaldo a proyectos docentes de investigación y a los programas de becas y ayudas al estudio que benefician cada año a más de 10.000 universitarios de más de 20 países.
A juicio de Botín, la implicación de la universidad es imprescindible para potenciar nuevos sectores económicos necesarios para el desarrollo. La triple hélice de la cooperación entre universidad, empresa y administración es esencial para nuestras economías, expuso.
l papel de los educadores de museos y, sobre todo, su formación, preocupa a expertos y responsables de los museos, que se reunieron la semana pasada en el I Congreso Internacional: Los museos en la educación. La formación de los educadores.
El Museo Thyssen-Bornemisza ha sido el escenario del encuentro, que ha congregado a más de 200 estudiantes y profesionales de distintas instituciones como el museo Metropolitan de Nueva York, la National Gallery of Art de Washington, así como a formadores de la universidad de Santford (EEUU), Leicester, Girona o Wuppertal (Alemania) para abordar esta cuestión e intercambiar fórmulas de integración de los museos como objetos de la actividad educativa general.
Para Javier Arnaldo, director del Congreso y jefe del Área de Investigación y Extensión Educativa del Museo Thyssen, la prioridad es estudiar los retos ligados a la formación de los educadores de museo y reflexionar acerca de nuevas vías de investigación en este campo de conocimiento. Según explica, de esta formación depende en gran parte la proyección social de los centros de arte.
Hoy en día no existe en España ningún título universitario que ofrezca una formación específica a los educadores de museo, tan sólo pueden tener una toma de contacto a través de un máster o un posgrado, donde a penas se trata el aspecto educativo. El máster en Educación Artística y Museos de la Universidad de Valencia y el módulo de educación que contempla la Universidad de Granada en su máster de Museología son dos excepciones, pero aún queda mucho camino por recorrer para posicionarnos a la altura de países como Suiza, Alemania, EEUU o Gran Bretaña, donde la Universidad de Leicester es especialmente activa en el campo de la pedagogía en museos.
La falta de un modelo de formación consolidado y de un marco de actuación, provoca, entre otras cosas, que la relación que actualmente existe entre la Universidad española y los centros de arte dependa tanto de los actores que intervienen como del ámbito geográfico. Javier Arnaldo explica que el museo Thyssen lleva años cultivando su relación con distintas universidades, pero la mayoría de ellas son madrileñas debido al carácter eminentemente práctico de este tipo de actividades.
Una mejora en la formación de los educadores de museos requiere también un esfuerzo por parte de los centros de arte. En nuestro museo, dice Javier Arnaldo, a pesar de tener acuerdos con la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid y la Rey Juan Carlos, se sigue trabajando para llegar a otras universidades de toda España e incluso del extranjero. Sin embargo, estas acciones tienen un alcance muy limitado si no se cuenta con iniciativas reales por parte de las instituciones universitarias. Para él, es imprescindible que de cara a Bolonia se introduzcan estudios de posgrados específicos en este ámbito, así como la toma en consideración de la actividad educativa en cualquier posgrado de Museología. No tiene ningún sentido programar estudios universitarios ligados a los estudios de museos en los que sólo se tenga en cuenta a los futuros directores o conservadores de museos. Una faceta importantísima en la labor museística está a cargo de los educadores, y esta faceta se debe reconocer negro sobre blanco. No sé si la conclusión que saco de este Congreso es que debo salir con un cartel diciendo: Queremos un máster de educación en museos.
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