“La UGR no puede dejar que el ceutí sea un Campus de segunda categoría”

El presidente del Comité de Empresa de los trabajadores contratados de la Universidad de Granada (UGR) en Ceuta, Aureliano Martín, llevará a la reunión del Consejo de Gobierno de la institución nazarí que se celebrará el próximo martes una reivindicación por escrito para que las autoridades de la misma eviten que se junte a alumnos de distintos Grados matriculados en distintas asignaturas ser reunidos en la misma clase para cursar una sola materia, uno de los síntomas que según su criterio pueden conducir a convertir el Campus de Ceuta en uno «de segunda».
«La UGR no puede presumir de tener dos Campus en otro continente, algo que tenemos que agradecer al rector, que nos pasee así por toda Europa, y que su comportamiento no se corresponda con los hechos», alega el sindicalista, que reclama que la institución nazarí «atienda a Ceuta y a Melilla con todas sus consecuencias».
A juicio de Aureliano Martín «eso supone que si la Universidad de Granada tiene una titulación, la de Informática,situada entre las cien mejores del mundo, la calidad de la enseñanza debe ser la misma en Granada y en Ceuta porque el título es el mismo». De lo contrario «esto se convertirá en el desecho, en el lugar al que van los alumnados que no pueden hacer otra cosa». «De eso podemos tener culpa los docentes pero también el Rectorado por la precariedad laboral que sus actuales responsables, que están entre los que más se han volcado con las ciudades autónomas, y sobre todo los anteriores, mantienen aquí», completa su argumentario.
Martín cree que si bien es cierto que la UGR debe poner fondos propios para suplementar la subvención ministerial y mantener los Campus de Ceuta y Melilla «también es verdad que estos le dan prestigio y capacidad para reclamar otras aportaciones europeas, en su caso».
«Lo que no se puede hacer es vulnerar nuestra propia normativa y cobrar a los estudiantes las mismas tasas cuando, en la misma titulación, en Granada se les ofrecen el doble de optativas que aquí», opina Martín, que también acusa al Ministerio de «inhibirse» de «cumplir su responsabilidad para autorizar nuevos contratos y solventar problemáticas concretas como las que se están reproduciendo y extendiendo este curso».
Según el presidente del Comité de Empresa, en lugar de tender a equilibrar los departamentos entre profesores asociados y titulares, los «desequilibrios» existentes en algunos «se perpetúan» mientras «se desnaturaliza la adscripción de asignaturas para salir adelante pese a perder especialización y, por lo tanto, excelencia». «Si a todo esto no se le pone freno», alerta, «crearemos titulaciones de generalistas y ‘de segunda categoría’ por carecer de recursos aunque tengamos un Campus muy bonito».
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