Inician la segunda fase del estudio sobre el nuevo dispositivo que trata de prevenir el síndrome de la clase turista
El Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (CAR), situado a 2.320 metros de altitud sobre el nivel del mar y perteneciente al Consejo Superior de Deportes, acogerá este domingo la segunda fase del estudio que está llevando a cabo la Universidad de Granada (UGR) para evaluar un nuevo dispositivo que trata de prevenir el síndrome de la clase turista, que puede llegar a afectar a un 3 por ciento de los pasajeros de larga distancia.
En concreto, se trata de una almohadilla hinchable –denominada \’flip-flow\’– que permite, mediante la presión de la planta del pié y merced a unos compartimentos en su interior, efectuar una presión dinámica sobre la superficie plantar que contribuye a activar el drenaje venoso de la extremidad inferior.
Así, el estudio pretende evaluar la eficacia de dicho dispositivo, diseñado y fabricado por la empresa de I+D de la UGR \’Entrenatech\’, al objeto de prevenir las molestias en los miembros inferiores, asociadas a la inmovilización prolongada durante los viajes en avión.
El trabajo se ha estructurado en dos fases. En una primera se han seleccionado personas con características similares a los usuarios habituales de un vuelo, según informaron hoy los promotores de este proyecto.
En todos ellos, se realizó un estudio basal (cuestionario de calidad de vida y de sintomatología venosa estandarizado (CIVIQ-2), un examen de parámetros antropométricos, un cálculo de diámetros en MMII y una evaluación de la función venosa mediante pletismografía de oclusión y medidas de diámetros del sistema venoso superficial y profundo de MMII.
A dichos voluntarios se les distribuyó de forma aleatoria en dos grupos para ser sometidos a las condiciones estandarizadas de un vuelo: un grupo se debía comportar como ocurre habitualmente en cualquier viaje y otro durante ese periodo debían hacer ejercicio en las piernas con el \’flip-flow\’.
Posteriormente, y tras varias horas de sufrir una simulación de las condiciones constantes de presión barométrica, oxígeno, alimentación y limitación de espacio como en un vuelo comercial se les volvió a determinar los mismos parámetros. A las dos semanas, de nuevo en el mismo centro, se reevaluaron las mismas determinaciones.
Ahora, en esta segunda fase del estudio y para homogeneizar los resultados, a las personas que les tocó previamente por sorteo hacer ejercicio programado con dicho dispositivo no deberá de hacer nada y viceversa. Finalmente, el próximo domingo 1 de febrero, se repetirán de nuevo las medidas para detectar cualquier variación.
Según explicó el profesor asociado de Cirugía y especialista del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Clínico de Granada, Fidel Fernández, uno de los responsables de este proyecto, «hemos esperado unos meses desde la primera evaluación para que se diluya cualquier efecto de la experimentación previa y ahora volveremos a someter a los voluntarios sanos a condiciones simuladas de un viaje prolongado en avión».
En concreto, se medirá el peso, el índice de masa grasa y la retención hídrica, los perímetros de los miembros inferiores, los diámetros venosos del sistema venoso superficial y profundo, se realizará una pletismografía de oclusión venosa –prueba que permite detectar la capacidad funcional del sistema venoso– y se cumplimentará un cuestionario normalizado de calidad de vida y sintomatología en relación a la patología venosa.
«La idea es probar con los responsables del proyecto, Entrenatech, su patente en una situación muy semejante a la que existe en la cabina de un avión presurizado volando a altitud de crucero», prosiguió este experto.
Para ello, se evalúa por medio de diferentes pruebas diagnósticas la posible aparición de signos indicativos del síndrome de la clase turista, al tiempo que se analiza la utilidad del flip-flow para prevenir el desarrollo de trombosis venosas en las piernas y su utilidad para activar la bomba venomuscular que permite el retorno venoso de la sangre al corazón.
Como principal recurso diagnóstico se está utilizando el sistema de ultrasonidos M-Turbo, de la empresa Sonosite, un dispositivo portátil y versátil. La nueva plataforma M-Turbo permite obtener una nitidez de imagen superior en exploraciones de todo tipo, además de facilitar la exportación de imágenes.
Según sostiene los promotores de este proyecto, experiencias previas que ya han sido analizados sugieren que el \’flip-flow\’ no sólo tendría la función de prevenir la trombosis venosa y la embolia pulmonar al activar el drenaje venoso de los miembros inferiores, sino que su uso disminuye la sintomatología asociada a los viajes prolongados.