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Enganchados al SMS

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El 40% de chicos, adictos al móvil
Cuatro de cada diez jóvenes de entre 18 y 25 años pasan más de cuatro horas al día pendientes de su teléfono, según revela un estudio de la Universidad de Granada ·· Advierten que es una patología tan grave como el alcoholismo o la drogadicción, ya que puede causar ansiedad y depresión
B.O.L. • GRANADA

Cuatro de cada diez jóvenes de entre 18 y 25 años son adictos al teléfono móvil al pasar más de cuatro horas al día pendientes de él, según un estudio de la Universidad de Granada, que advierte de que esta patología es tan grave como el alcoholismo o la drogadicción, y puede provocar ansiedad y depresión.

Según revela el estudio, elaborado por el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada y facilitado por el equipo investigador a Efe, el cuarenta por ciento de los jóvenes reconoce que utiliza el móvil más de cuatro horas al día, ya sea hablando, a través de los mensajes o de las denominadas llamadas perdidas o toques.

Muchos de ellos sienten como una ofensa el hecho de que alguien no conteste a algún toque o mensaje, circunstancia que les puede llegar a causar un profundo malestar y sensación de tristeza, según se destaca en el estudio, que ha sido elaborado entre varios centenares de jóvenes granadinos de edades comprendidas entre 18 y 25 años.

Francisca López Torrecillas, profesora del departamento que ha elaborado el estudio y experta en adicciones psicológicas, mantiene que la necesidad indispensable del teléfono móvil es fruto de los cambios sociales y tecnológicos que se vienen registrando durante la última década en la sociedad. La principal diferencia con respecto a otro tipo de adicciones es que no causa efectos físicos aparentes, sino sólo psicológicos, lo que hace que esta patología pase inadvertida a los demás, subraya la experta.

Algunos de los síntomas más significativos de la adicción a móviles son el descuido de obligaciones o actividades importantes, ya sean laborales o académicas, la interrupción de relaciones con el círculo familiar y de amigos más próximo, el no reconocimiento de esta patología y el pensar continuamente en el móvil cuando no se dispone de él.

La mayoría de los adictos al móvil son personas con baja autoestima y problemas para relacionarse, que sienten una necesidad continua de estar conectados y en contacto con los demás, según López Torrecillas.

A las personas dependientes del móvil, que pueden llegar a deprimirse cuando se ven privadas del uso del teléfono durante un período de tiempo, apagar el móvil les provoca ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño o insomnio e incluso temblores y problemas digestivos, explicó Francisca López Torrecillas.
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Los padres deben vigilar su utilización

No obstante, y según se destaca en el estudio realizado por la Universidad de Granada, hay quien puede estar ocho horas al día frente a un ordenador o enganchado al teléfono y no ser adicto, subraya Francisca López Torrecillas, para quien los padres deberían restringir en la medida de lo posible una utilización exagerada del móvil.

La experta en adicciones afirma que el uso del móvil de forma razonable puede ser incluso beneficioso para los adolescentes, porque les permite mantener su red de amistades y sentirse respaldados por el grupo, si bien su abuso, en cambio, puede tener unos efectos irreversibles en el desarrollo de las personalidad del joven.

La adicción al móvil debe englobarse en una adicción mucho más amplia: la de las nuevas tecnologías, según la autora del estudio, para quien parte de la culpa la tienen los padres que compran un teléfono a sus hijos y les exigen que lo lleven siempre encendido para tenerles localizados continuamente .
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