Sinestesia: cuando los >co Mco M
Ricardo Goncebat
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Una de cada 2,000 personas, sobre todo artistas, sufre esta condición llamada sinestesia, que consiste en la mezcla de las percepciones sensoriales
Reportaje especial EFE — “En la heladería pregunté a la vendedora qué sabores tenía y me contestó tutti-frutti, en un tono tal que salió de su boca una pila de carbones y se me fueron las ganas de comprar helado. Las voces de algunos son un perfume, y me interesan tanto que no puedo de seguir lo que dicen. Otras voces parecen humo o neblina y mientras más hablan, menos puedo entenderlas”.
Así relató Solomón Shereshevsky a un psicólogo ruso uno de los incidentes de percepciones mezcladas que marcaron su vida.
“Siento el sonido de las guitarras como un soplo en los tobillos. El piano me presiona en el pecho, encima del corazón. Y el jazz me golpea por todas partes, como una lluvia. Al ver la letra A pienso en el color azul grisáceo, la B es azul pastel y la C, carmesí. El número cuatro lo veo rojo tomate, desde la infancia”.
No son alucinaciones, sino algunas de las extrañas reacciones sensoriales de la psicóloga Carol Crane ante distintos estímulos.
Las percepciones de Shereshevsky y de Crane surgen de una extraña mezcla de los sentidos conocida como sinestesia, una condición que puede tener múltiples manifestaciones. Algunos sinestésicos ven sonidos, otros sienten colores o saborean formas.
La sinestesia es la facultad poco común de algunas personas, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta.
La sinestesia —del griego syn, junto, y aisthesis, sensación— generó una ola de interés científico y popular a principios del siglo XX.
Algunos personajes, como los escritores Baudelaire o Nabokov o el músico Rimsky-Korsakok, experimentaban cierta mezcla de sensaciones de sus sentidos. Otro sinestésico famoso, el compositor ruso Scriabin, ideó un órgano que producía múltiples rayos de luz en su sinfonía “Prometeo, el Poema del Fuego”.
Hay casos de personas que ven los sonidos de colores, y a otras ciertas formas les producen olores o sabores particulares. No obstante, la sinestesia se puede producir dentro de una misma modalidad sensorial. Por ejemplo, las letras, los números o las palabras, pueden producir la experiencia subjetiva de colores particulares. Esta experiencia es las más abundante.
Los expertos estudian la sinestesia desde una perspectiva psicológica y neurocientífica, no sólo como fenómeno interesante en sí, sino como una puerta para adentrarse en el estudio de la percepción, la conciencia, y en la base neural de esos procesos.
Otro fenómeno interesante para estudiar las emociones, consiste en que los sinestésicos suelen tener reacciones emocionales negativas cuando los estímulos, por ejemplo una letra o un número, están de un color diferente al que ellos ven en él.
Para una sinestésica un susto es azul y que la bondad es roja, pero si ve escrito esas palabras al contrario de como los percibe, eso le produce una emoción negativa, que puede medirse mediante una técnica similar al detector de mentiras.
Además, el estudio de la sinestesia puede ser muy revelador en las investigaciones sobre la creatividad, y las metáforas.
En el grupo de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Granada, España, se desarrolla una línea de investigación para estudiar más a fondo este fenómeno, para lo cual se intenta entrar en contacto con el mayor número de personas que posean esta cualidad, que se calcula que afecta a 2 de cada 1,000 personas, aunque para otros expertos afecta a una de cada 2,000 individuos.
Curiosamente, al darse cuenta de que son sinestésicas, muchas personas se sorprenden enormemente, porque hasta ese momento habían pensado que todas las personas eran como él o ella.
Científicos estadounidenses han investigado por qué algunas personas ven colores cuando están mirando números y letras, y se le mezclan los cinco sentidos en determinadas circunstancias.
Los descubrimientos del equipo de la Universidad de California, apoyan la idea de que la sinestesia se debe a la activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferente información sensorial. Este cruce puede deberse a una falla en la conexión de los nervios entre distintas áreas, cuando el cerebro se está desarrollando.
Así, una persona con sinestesia puede ver rojo cuando mira un número cinco dibujado con tinta negra en un fondo blanco, porque el área del cerebro que percibe el color rojo es estimulada al mismo tiempo que el área de reconocimiento de los números.
Para el investigador Vilayanur Ramachandran, un experto en el tema de prestigio internacional, “ésta característica podría ser clave en la creatividad de las personas”.
“No es un accidente que la sinestesia sea ocho veces más común entre los artistas que en el resto de la población”, ha señalado.
La investigadora británica Julia Simmer, que ha estudiado a personas que ven colores cuando escuchan sonidos o leen determinadas letras, explica que “las personas con sinestesia tienden a percibir la letra A de color rojo, la S de color amarillo y la Z de color negro”.
La sinestesia parece repetirse en las familias, sugiriendo que existe un componente genético. El neurólogo americano Richard Cytowic, cuyo libro “El hombre que saboreaba las formas”, popularizó el tema de la sinestesia, conoció una familia con cuatro sinestésicos en cuatro generaciones y otra en la cual cuatro de cinco hermanos eran sinestésicos.
El investigador Sean Day ha catalogado 19 tipos de sinestesia en 175 personas que percibían este fenómeno. Las permutaciones son virtualmente ilimitadas debido a que un sinestésico puede experimentar más de una forma de esta peculiar condición.