El dominio de un segundo idioma puede ejercitar de tal manera al cerebro que parece retrasar la aparición del mal de Alzheimer, según dijeron científicos el viernes.
Mientras más hábil sea alguien en el manejo de otra lengua es mejor, pero «todo sirve de ayuda», dijo Ellen Bialystok, profesora de psicología de la Universidad de York, en Toronto.
La mayor parte del estudio sobre el bilingüismo se centró en niños pequeños. Los científicos se preguntaban por qué el simple hecho de hablarle a los niños en dos idiomas les permite aprender ambos en el mismo tiempo que la mayoría de los pequeños toman para aprender uno.
Dijeron que su cerebro parece volverse más flexible y más capaz de realizar varias tareas a la vez. A medida que crecen, su cerebro muestra un mejor «control ejecutivo», una característica que permite un mejor funcionamiento. En palabras de Bialystok, es «la parte más importante de tu mente».
Bialystok estudió a 450 pacientes con Alzheimer, todos ellos con el mismo grado de deterioro en el momento del diagnóstico. La mitad han hablado dos lenguas con regularidad durante la mayor parte de sus vidas y el resto son monolingües.
Los pacientes bilingües tuvieron síntomas de Alzheimer y fueron diagnosticados entre cuatro y cinco años más tarde que aquellos pacientes que hablaban una sola lengua, dijo la investigadora durante la reunión anual de la American Association for the Advancement of Science (Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, AAAS).
El ser bilingüe no hace nada para evitar que alguien tenga el mal de Alzheimer, pero una vez que la enfermedad inicia su ataque silencioso, esos años de «control ejecutivo» le ofrecen a la persona una gran protección para que los síntomas no se manifiesten tan rápido, dijo Bialystok.
La profesora de psicología Teresa Bajo, de la Universidad de Granada en España, dijo que los pacientes bilingües tienen esencialmente ambas lenguas «encendidas» todo el tiempo, pero que el cerebro aprende a inhibir la que no es necesaria.