El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) denunció ayer el robo de dos estaciones sísmicas en los municipios de Guía de Isora y Adeje, unos artilugios valorados en total en 20.000 euros que formaban parte de la red de vigilancia sísmica integrada en el proyecto internacional HISS.
Dicho proyecto de estudio y de vigilancia sísmica ha quedado suspendido después de valorarse las pérdidas sufridas, no sólo en cuanto al apartado económico, sino al de la información, datos valiosísimos que son empleados por los expertos para conocer mejor la actividad sísmica de la Isla.
El proyecto HISS estaba coordinado por el Instituto de Geofísica de la Universidad de Granada, cuyo director es Jesús Ibáñez, que a su vez es colaborador científico del ITER. En el mismo están inmersos la Universidad de La Laguna, la Universidad de Dublín, el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Roma, Pisa, Nápoles y Catania y el Observatorio Volcanológico de la Universidad de Colima de México. El proyecto tenía como objetivo ahondar en el conocimiento de la estructura y sismicidad de la Isla a fin de mejorar los estudios sobre peligro y riesgos sísmico y volcánico
Proyecto internacional.- Estas dos estaciones sísmicas pertenecían a la red desplegada por la colaboración internacional y se da la circunstancia de que «con este acto vandálico se ha perdido una información importante y se atenta contra el control científico de la actividad sísmica y volcánica de la Isla», explicó el director de la División de Medio Ambiente del ITER, Nemesio Pérez.
El experto señaló que estas estaciones no tienen ningún valor comercial para las personas que han sustraído los mecanismos de precisión, «por lo que no se entienden este tipo de acciones. El vandalismo no ayuda para nada en la mejora de la vigilancia volcánica y la investigación relacionada con esta actividad».
Proyectos en riesgo.- «Por una parte, la sociedad demanda una mayor información sobre el estado de nuestros volcanes y después una pequeña parte de ella le da igual ocho que ochenta. La única consecuencia importante es que destacados proyectos científicos hayan quedado suspendidos por ello. El responsable de la red sísmica del proyecto HISS, Jesús Ibáñez, ha retirado sus sistemas porque no puede permitirse perder otras estaciones, porque no sólo son de él, sino de otras instituciones nacionales e internacionales», lamentó, para recordar que ninguna compañía de seguros ha querido asumir riesgos, por lo que se han visto obligados a retirar el resto de sismógrafos.
Vandalismo que se repite.- Nemesio Pérez reconoció que en otras ocasiones las propias estaciones del ITER se han visto afectadas por actos vandálicos y han causado desperfectos por valor de 50.000 euros en algunos casos. El prestigioso científico aseguró que los actos vandálicos «han afectado en los últimos meses a estaciones de vigilancia volcánica y de investigación de vigilancia volcánica».
Dijo que «hay que distinguir entre una y otra porque aunque parezcan lo mismo no lo son. Los mecanismos de vigilancia son aquellos que en tiempo real recogen señales de la actividad en el ámbito en donde se encuentran. En cuanto a las estaciones científicas de vigilancia volcánica, son aquellas que no tienen obligado dar tiempos reales de datos, sino que con ellos se completa una base para investigar mejor y poner en valor mucho más la vigilancia de la actividad».