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Un proyecto internacional estudiará la estructura del suelo volcánico de Tenerife

Un proyecto internacional estudiará la estructura del suelo volcánico de Tenerife
El experimento Tom Teidevs pretende determinar mediante una tomografía sísmica los distintos materiales que componen el subsuelo de la Isla en determinados puntos hasta una profundidad cercana a los 10 kilómetros y a una escala de centenares de metros. Los trabajos, que lideran científicos de la Universidad de Granada, se desarrollarán en enero de 2007, con apoyo del buque Hespérides.

IOSUNE NIETO , Tenerife

El Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada liderará, a partir de enero próximo, en Tenerife el experimento internacional Tom Teidevs, acrónimo de tomografía del Teide, cuyo objetivo es determinar la imagen del interior de la tierra de la Isla hasta una profundidad cercana a los 10 kilómetros.

El uso de la técnica de la tomografía permite la obtención de la imagen de manera no invasiva, lo que significa que no hace falta realizar agujeros o pozos. La tomografía sísmica obtiene una imagen tridimensional a partir de terremotos, explosiones y otras señales. Nuestros receptores serán sismógrafos, explicó ayer en la capital tinerfeña, el investigador de la Universidad de Granada Jesús Ibáñez.

Según precisó, las imágenes resultan de la distinta velocidad, y por tanto materia, que muestra una onda, a partir de la señal que se enviará desde el buque científico Hespérides, que dará apoyo al experimento.

Ibáñez explicó el paralelismo que puede existir entre la tomografía que se realizará en la zona de Las Cañadas, Teide y Pico Viejo, la más interesante desde el punto de vista científico, con el TAC en el campo de la medicina, y destacó que a diferencia de otros estudios la resolución que se obtenga en este caso del subsuelo de la Isla será inferior a un kilómetro. Otra novedad, subrayó, es que el número de sismógrafos que se utilizarán en Tenerife, más de un centenar, será el mayor desplegado en un estudio regional, ya que sólo se suelen instalar 15.

El experimento se halla en fase de localización de los puntos en que se colocarán las estaciones, una tarea que es complicada en Tenerife porque deberán adentrarse en espacios protegidos, lo que requiere permisos y estudios de impacto medioambiental.

El científico granadino matizó que más severa aún es la normativa medioambiental antártica, ya que este proyecto tiene su precedente en una experiencia realizada en la Isla Decepción. No obstante, subrayó que el objetivo es mucho más ambicioso en Tenerife y fundamental para cualquier otro tipo de estudio.

La elección de esta Isla, siendo las otras seis importantes desde el punto de vista volcánico, la atribuyó Ibáñez a su complejidad orográfica y estructural. Se trata de un reto más ambicioso, dijo, así como que cualquier otro trabajo en otra Isla tendría que ser como mínimo dentro de tres años.

y algo más

Colaboración del ITER y la ULL

El experimento Tom Teidevs es un proyecto internacional, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, en el que colaboran entidades de distintos países, como Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, México o Italia. A nivel local, lo hará el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) y la Universidad de La Laguna. El primero colaborará en la cuestión logística y la ULL con la cartografía, emplazamientos y estructura geológica.

Un equipo de 40 investigadores participarán en el experimento que se desarrollará arrancará del 10 al 12 de enero, para el emplazamiento de las estaciones, y proseguirá del 17 al 29 para la generación de la señal.

El buque científico Hespérides se irá posicionando en distintos lugares alrededor de la costa tinerfeña para generar unas 15.000 señales que pueden sumar unos tres millones, para lo cual tendrían que pasar 300 ó 400 años si esperáramos a que se produjeran de manera natural, ilustró Ibáñez.

Las señales sísmicas proceden de compresores, lo que significa utilizar únicamente una burbuja de aire que se sumerge en el agua desde el Hespérides Los resultados del trabajo no se conocerán hasta diciembre de 2007, puesto que se necesitan meses para su tratamiento. Serán presentados a la comunidad científica aunque no se descarta hacer partícipes a los medios de comunicación.

El número de sismógrafos que se usarán, distribuidos en 110 ó 115 estaciones, se irán desdoblando para cubrir casi 200 puntos de la geografía insular.

Mejorar futuras alertas Preguntado el investigador de la Universidad de Granada por la situación de alerta amarilla que vivió la Isla hace sólo unos meses a raíz de una posible erupción del Teide y sobre una interrelación de este estudio con la prevención del riesgo volcánico, el investigador se mostró de acuerdo en que este tipo de experimentos sirve para mejorar futuras alertas para la comunidad científica. En todo caso, y mediando en la cierta polémica en que derivó aquella alerta, Jesús Ibáñez opinó que las únicas predicciones que se puede realizar con un alto grado de probabilidad de acertar son las meteorológicas. De hecho, aclaró que el estudio no determinará lo que va a pasar, pero sí saber más para entender lo que pasa cuando un volcán da síntomas de que puede entrar en erupción. Agregó que algunas estaciones quedarán fijas en la Isla para seguir los estudios, y citó que en el volcán Etna se siguen tomando tomografías cada mes.
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