Un viajero que tiende puentes
AAndrés Neuman ganar el Premio Alfaguara de Novela con El viajero del siglo le ha permitido comprobar que el pasado se ve ahora inquietantemente familiar y que el hombre tropieza dos mil veces con la misma piedra. El autor de esta novela, que analiza conflictos actuales como la emigración, el multiculturalismo, las diferencias lingüísticas y la emancipación femenina, estuvo presente en el V encuentro de Escritores Iberoamericanos, realizado en la Fundación Simón I. Patiño de Cochabamba. En aquella ocasión le adelantó a Brújula que estaba terminando una novela basada en cuestiones vitales de los dos últimos siglos. Ese trabajo, en el que invirtió seis años, finalmente fue enviado para participar del prestigioso certamen y fue la obra elegida por el jurado conformado por Luis Goytisolo, Ana Clavel, Carlos Franz, Julio Ortega, Gonzalo Suárez y Juan González.
Dotado con $us 175.000, el Alfaguara es considerado uno de los galardones de mayor prestigio entre los otorgados a una obra inédita en lengua española y Neuman, un argentino que radica en Granada (España) desde los 14 años, lo ganó la semana pasada.
Al saberse ganador del Alfaguara, Neuman afirmó que tuvo una impresión de irrealidad porque era saludablemente pesimista ante la posibilidad de lograr el premio, según afirmó él mismo. A continuación, se sucedieron sentimientos como perplejidad, alivio y pena, porque como amigo de los personajes, saldrán de casa y no los volverá a ver, aunque ellos se abran al público. “A pesar de que la historia cambia y nadie se baña dos veces en el mismo río, ese río parece circular, puesto que se repiten en el tiempo los conflictos económicos o bélicos o la disyuntiva entre autoritarismo y democracia”, expresó el literato.
Es la primera vez que se presentaba al Alfaguara, y lo hizo con una novela que no es histórica, sino futurista y que establece paralelismos entre pasado y futuro y analiza cuestiones vitales de los dos últimos siglos como la aparición de los nacionalismos, la lucha feminista o la inmigración. “De forma paralela, El viaje del siglo establece un puente entre la novela clásica y la moderna, con la intención de homenajear a la novela psicologista clásica del XIX y hacer un experimento de mestizaje”, explicó Neuman.
En su opinión, el lenguaje literario ha tenido mayor capacidad de renovación que el político, que se ha estancado más a lo largo de estos doscientos años.
Neuman afirma que forma y contenido son ‘indistinguibles; ha demostrado ello en sus novelas La vida en las ventanas y Una vez Argentina, como también en los tres libros de cuentos que ha escrito (El que espera, El último minuto y Alumbramiento).
Como poeta, el autor galardonado ha publicado Métodos de la noche, El jugador de billar, El tobogán, La canción del antílope y Mística abajo.
Cuando le preguntamos cómo se inició su búsqueda como escritor, Neuman explicó que a los 12 años comenzó a interesarse por la literatura de terror, como la de Allan Poe, además de autores de ciencia ficción, como Ray Bradbury. “Después vi cómo esa derivación tenía una variante como más intelectual y conceptual que lo puede llevar a uno incluso a Borges, que aunque parezca raro puede ser considerado un escritor de ciencia ficción. La biblioteca de Babel puede ser el mejor ejemplo de ello. También leí a poetas como Oliverio Girondo, que juega mucho con las palabras. Su libro En la másmedula juega con las raíces verbales y al crear significados se acerca un poco al lenguaje de Cortázar en Rayuela. En ese momento esa curiosidad por el sonido y el significado de las palabras me abría todas las puertas”, mencionó.
Aunque el escritor publicó su primera novela Bariloche a los 22 años no considera que la calidad de las obras deben de ser juzgadas por la edad de sus autores. “La historia nos ha dado muchísimos ejemplos de autores que escribieron lo mejor de su obra en su senectud, como Goethe, que escribió la segunda parte del Fausto con más de 80 años. Sin embargo, también hubo escritores que empezaron muy temprano, pero recién cuando se convirtieron en clásicos les tomamos atención. Puede ser el caso de Vargas Llosa, que escribió sus mejores libros entre los 20 y los 35 años y de Capote que publicó Otras voces, otros ámbitos a los 23 años. El problema es que muchos autores luego de morir fueron hagiografiados y nos quedó la idea de que nunca fueron jóvenes”, expresó Neuman
GANADOR
Autor. Andrés Neuman nació en 1977 en Buenos Aires. Es argentino-español y vive en Granada desde los 14 años. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada. Actualmente es columnista en el suplemento cultural del diario Abc, en el diario Ideal de Granada y en Sur de Málaga. Mediante una votación convocada por el Hay Festival, fue elegido entre los más destacados jóvenes autores nacidos en Latinoamérica, siendo incluido en la selección Bogotá-39. A los 22 años publicó su primera novela, Bariloche (Anagrama, 1999, reeditada en bolsillo en 2008), que fue finalista del Premio Herralde y elegida entre las diez mejores del año por El Cultural del diario El Mundo. Sus siguientes novelas fueron La vida en las ventanas (Espasa-Calpe, 2002, finalista del Premio Primavera) y Una vez Argentina (Anagrama, 2003).
Premio. El Alfaguara de Novela se ha convertido en un referente de los galardones literarios de calidad otorgados a una obra inédita escrita en castellano. Está dotado con 175.000 dólares, más una escultura de Martín Chirino. Hasta el momento lo han obtenido los escritores Manuel Vicent, Clara Sánchez, Elena Poniatowska, Tomás Eloy Martínez, Xavier Velasco, Laura Restrepo, Graciela Montes y Ema Wolf, Santiago Roncagliolo, Luis Leante, y Antonio Orlando Rodríguez.
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