POLÍTICA
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El tren de la muerte
FLORENCIO DOMÍNGUEZ/
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Hace años algunos etarras propusieron hacer este tipo de atentados Los asesinos han sembrado el paisaje de cadáveres y sufrimiento
El tren matutino que ayer llevaba a miles de personas hacia su trabajo se convirtió en una pesadilla para miles de ciudadanos madrileños y en el último viaje para doscientos de ellos. Un rosario de bombas hizo que ayer Madrid se convirtiera en la capital europea del terror y sus calles en escenario de un gran caudal de dolor.
Los asesinos han sembrado el paisaje de cadáveres y sufrimiento, pero no han sido capaces de sumar una sola razón a su causa, sea ésta cual sea. ETA es la sospechosa principal del crimen, aunque a última hora de la tarde de ayer se suscitaran algunas dudas y se abrieran otras hipótesis. El Ministerio y la consejería de Interior, enfrentados en muchas cuestiones, coincidieron ayer al apuntar con su dedo a la banda terrorista vasca horas antes de que un supuesto mensaje de Al Qaeda asumiera la autoría del atentado. La investigación determinará en su momento las responsabilidades precisas, pero lo cierto es que la acusación contra ETA pareció creíble a la mayoría y sólo los más incondicionales se apresuraron a desmentirla.
Todas las posibilidades están abiertas a la hora de redactar estas líneas. Está abierta la posibilidad de que sea ETA porque esta organización ha venido dejando en los últimos tiempos diversos indicios que apuntaban a la posibilidad de que en cualquier momento hiciera una barbaridad superior a todas las anteriores. La bomba de 25 kilos colocada el 24 de diciembre en un tren o la furgoneta bomba que la banda quería hacer estallar en Madrid con 500 kilos de explosivo, casi el doble de los que arrasaron la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987, eran indicadores de una disposición a provocar una masacre.
En medios de la lucha antiterrorista se había especulado ya hace tiempo con la posibilidad de que algún día ETA colocaría una bomba en el metro de Madrid, pero siempre se consideraba que esa era una eventualidad lejana, aunque ya hace algunos años que se habían encontrado papeles de etarras proponiendo a sus jefes ese tipo de atentados.
Por otro lado, algunos expertos ya habían advertido hace algunos meses de la posibilidad de que el terrorismo islamista podía actuar en España. El profesor de la Universidad de Granada Javier Jordán, uno de los mejores conocedores de este tipo de terrorismo, en un análisis realizado en octubre del pasado año había advertido que hasta entonces el territorio español no había sido objetivo directo de los islamistas. «Esta tendencia puede cambiar en el futuro, ya que los terroristas saben que España no es un santuario para sus actividades y nuestro país es considerado como enemigo por la visión del mundo de los yihadistas», afirmaba Jordán en un estudio dado a conocer por el Real Instituto Elcano.
En los anales del terrorismo sufrido en España se encuentran los 18 muertos que provocó en 1985 una bomba colocada por un grupo árabe en el restaurante El Descanso, en las cercanías de Torrejón. Más recientemente hay que registrar el atentado contra el Centro Español de Casablanca, sin olvidar que buena parte de la preparación de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas se realizó en diversas reuniones celebradas en España bajo la dirección de Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas. Desde entonces, los cuerpos de seguridad españoles han realizado una eficaz labor en la desarticulación de diversas células durmientes de Al Qaeda y de otros grupos franquiciados por esta organización.
Jordán advertía en el estudio citado que «si hasta ahora no se ha producido ningún atentado (de Al Qaeda) en nuestro territorio ha sido porque en su lista de objetivos no se encontraba ninguno español, pero eso puede cambiar en el futuro». En este momento no sabemos si la voladura de los trenes de Madrid constituye ese cambio del que había prevenido el experto granadino.
No hay indicios concluyentes hasta el momento, aunque la exactitud y mortal precisión con que se cometieron los atentados de ayer pueda hacer pensar a algunos que sean obra de los islamistas, más que de una ETA que en los últimos tiempos sus acciones terroristas se cuentan como chapuzas