Vargas Llosa: «Nunca pensé que hallaría un editor para mis primeras obras»
El escritor Mario Vargas Llosa, que hoy será investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada, reveló ayer en una charla que “nunca” en sus comienzos pensó que encontraría un editor para sus obras y supuso que tendría que pagar su publicación “como el resto de escritores peruanos” de su época.
“Ni siquiera me atrevía a desearlo, era algo absolutamente alejado de la realidad para un escritor de mi país”, explicó el Premio Cervantes en su conferencia en la Universidad de Granada, institución que hoy le investirá Doctor Honoris Causa.
Vargas Llosa repasó su trayectoria literaria y personal, de la que ha destacado su estancia durante dos años en el colegio militar Leoncio Prado, en el que aseguró que descubrió “la verdad” de su país: “La violencia, los perjuicios, los rencores y el racismo que distanciaban tanto a los peruanos entre sí”.
“Mi padre hizo que entrara en el colegio militar porque veía una vocación literaria en mí y pensaba que los militares podían curarme de esa enfermedad, y lo que hizo fue darme el tema de mi primera novela, La ciudad y los perros”, ironizó al respecto.
El autor, que ha recibido entre otros galardones el Príncipe de Asturias de las Letras o el Planeta, cree que “la vocación debe convertirse en un premio en sí mismo para un escritor que realmente ama la literatura, que quiere escribir no para tener éxito, sino para vivir de acuerdo a su anhelo más profundo”.
Por otra parte, analizó la situación política en Latinoamérica y en su país natal, e hizo especial referencia al presidente venezolano Hugo Chávez: “Hay dos espinas clavadas en su garganta”, dijo en alusión a Colombia y Perú, países que, en su opinión, “no han caído aún en la órbita” del dirigente venezolano y en los que éste “ha organizado una campaña de desestabilización a través de movimientos populares y partidos políticos”.
En cuanto al líder opositor de su país y presidente del Partido Nacionalista Peruano (PNP), Ollanta Humala, le definió como “la carta de Chávez para Perú”, y apostilló que “muchos” de sus seguidores “son chavistas y creen que representa la vía peruana hacia el socialismo del siglo XXI”.
Sobre su tierra natal, el escritor ha indicado que existía en ella “la creencia ingenua de que no era un país violento”, una idea que el escritor calificó como “una ilusión más” que se desvaneció con la actividad del grupo terrorista Sendero Luminoso en los años ochenta, una experiencia “atroz” que “creó un trauma muy presente” en la vida cotidiana de Perú.
Sobre las democracias occidentales, valoró que “gozamos de unos privilegios que ignoramos”;“cualquiera que vive en una dictadura como Cuba o Corea del Norte, o en una pseudodemocracia como Venezuela, soñaría con vivir en esas mediocres democracias que tanto desprecio nos inspiran a los que vivimos en ellas”.
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