Sociedad
«Puede cambiar la historia»
Los arqueólogos, expectantes ante la confirmación de la Universidad de Granada de que el primer mapa conocido se dibujó en Tito Bustillo hace más de 10.000 años
MIGUEL MORÁN/GIJÓN
«Puede cambiar la historia»
TITO BUSTILLO. Rodrigo de Balbín y Javier Alcolea, en la cueva riosellana. / E. C.
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La biología del homo sapiens es exactamente la misma que la del hombre actual. No eran neandertales, con lo cual podían desarrollar una elevada capacidad mental». Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca y uno de los mayores expertos en el Paleolítico Superior de España, tiene claro que hace más de 10.000 años el hombre podía utilizar mapas como el hallado en Tito Bustillo. El paleontólogo madrileño explica que «no todo el arte desarrollado por el homo sapiens es naturalista, hay muchos signos que son de difícil interpretación». En esos signos de difícil interpretación está precisamente el mapa asturiano, sobre el que Arsuaga no quiere pronunciarse hasta que no tenga «un conocimiento en profundidad del tema».
Su cautela es compartida por el resto de expertos consultados por EL COMERCIO, que se muestran igualmente expectantes ante un hallazgo que «puede cambiar la historia». Lo dice Francisco Cuesta, arqueólogo del Ayuntamiento de Avilés. Él advierte que «todos estos descubrimientos hay que tomarlos con la lógica prudencia, aunque si se confirmase sería un hecho excepcional». El arqueólogo asturiano señala que «la representación de conceptos abstractos sobre un plano son habilidades muy avanzadas», aunque -añade- «la especie que vivía en Ribadesella en esa época (hace más de 10.000 años) podía ser el hombre de Cromañon, y si viésemos uno vestido de traje por la calle Corrida no lo diferenciaríamos en nada del actual». El arqueólogo no valora los signos que aparecen en la roca, pero muestra sus dudas en la similitud del perfil de la piedra con la geografía de la costa riosellana. «En esa época la Tierra estaba en plena glaciación. La línea de costa puede que no correspondiese a la actual. En aquella época el cascote polar llegaba hasta Inglaterra. Todo el hielo fundido ha aumentado el nivel del mar una barbaridad, por eso no creo que la costa presentase el mismo relieve», dice.
Por su parte, la directora de las excavaciones de Veranes, Carmen Fernández Ochoa, cree que el hecho de que «ese mapa esté en una piedra dentro de Tito Bustillo es una garantía de verosimilitud muy coherente y razonable, ya que no había entrado nadie. Con esto se garantiza que aquí no ocurrió lo de muchas cuevas en la que aparecieron muchas pinturas falsas. Y concluye que «si se esos signos en la roca se interpretasen como un mapa sería un acontecimiento trascendental».
Marco de la Rasilla, profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Oviedo e investigador de la cueva del Sidrón, también tiene dudas. A su juicio, «hasta lo que yo sé, por lo que ve en las cuevas, el hombre en esa época sólo pintaba». «