Inicio / Historico

Decidme qué es un árbol

OPINIÓN ARTICULOS
Decidme qué es un árbol
31.07.2009 –
LUIS FELIPE CAPELLÍN
ImprimirEnviarRectificar
Cerrar Envía la noticia

Rellena los siguientes campos para enviar esta información a otras personas.
Nombre Email remitente
Para Email destinatario
Borrar Enviar
Cerrar Rectificar la noticia

Rellene todos los campos con sus datos.
Nombre* Email*
* campo obligatorioBorrar Enviar
Decidme qué es un árbol
E XISTE en este país un hombre que pasó casi veintitrés años, ininterrumpidos, de su vida en la cárcel, hoy tiene ochenta y nueve y, además de la Universidad de Granada impulsora de la idea, más de siete mil personas e instituciones lo proponemos para el premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
El poeta Marcos Ana, sobrenombre con el que es conocido Fernando Macarro Castillo, entró en prisión al final de la incivil guerra de España y el 17 de noviembre de 1961 abandonabó el penal de Burgos y se vio obligado a exiliarse hasta 1976. Entró en la cárcel con dieciocho años y salió con cuarenta y uno.
No es ésta una biografía muy diferente de la de muchos hombres y mujeres, héroes anónimos de un tiempo que esperemos nunca vuelva (es curioso que el nombre literario que escogió el poeta, en homenaje al padre y a la madre, una al hombre y a la mujer), pero el hecho de que, como él mismo dice, haya llegado tarde a su juventud y que a la pregunta que le hacían acerca de su vida en prisión respondiese con el poema: «Mi vida / os la puedo contar en dos palabras: / Un patio. / Y un trocito de cielo / por donde a veces pasan / una nube perdida / y algún pájaro huyendo de sus alas», además de afirmar que los años en prisión «fueron más ganados que perdidos, pues los viví con tanta pasión en aquel crisol de dignidad que dieron una dimensión especial y un sentido más profundo a mi existencia», serían razones suficientes para que Marcos Ana represente a tantas personas anónimas que dedican su vida a la consecución de un mundo más justo y más humano.
Desde 1986 en que fue galardonada con el premio de la Concordia la Vicaría de la Solidaridad de Chile hasta el pasado año en que la distinción recayó en la colombiana Ingrid Betancourt, han sido importantes instituciones y personas las que han recibido el galardón, no desentonaría entre ellas alguien capaz de decir que «la venganza no es un ideal político ni un fin revolucionario. Yo quiero el triunfo de la democracia para acabar con el odio y el fratricidio, para que todos los españoles podamos vivir pacíficamente, coincidir o discrepar en la defensa de nuestras ideas sin tener que degollarnos los unos a los otros. Ya se ha derramado bastante sangre en España». Estas palabras cobran más valor si tenemos en cuenta que fueron pronunciadas por Marcos Ana en 1962, un año después de salir de la cárcel.
\’Decidme cómo es un árbol\’ es el título de la obra autobiográfica de Marcos Ana, y aunque nadie podrá devolverle los veintitrés años pasados en la cárcel, el premio de la Concordia sí sería un buen colofón a una vida repleta de humanidad, de honestidad y de búsqueda de la justicia.

Descargar