En este momento son más de un centenar los casos de identificación positiva, según ha detallado José Antonio Lorente. Entre ellos el genetista ha hecho mención a un caso que se ha resuelto recientemente. Ocurrió el 28 de abril de 2009, cuando una niña de pocos días fue abandonada en un hospital de Bangkok, supuestamente por una amiga de la madre.
Según el informe médico, la pequeña nació el 12 de abril del mismo año por lo que contaba con días de vida. Desde el hospital, y tras haberla examinado y a instancias de las autoridades pertinentes fue enviada a un orfanato en el que cuidan de los niños desde su nacimiento hasta los cinco años. Allí creció junto a otros bebés hasta que el pasado 8 de febrero, sus padres fueron al hogar en busca de su hija. Los responsables del orfanato los remitieron al Instituto de Medicina Forense de la Policía Real de Tailandia que participa en el programa DNA-Prokids, iniciativa de la Universidad de Granada y de la Universidad del Norte de Texas, EE UU. La Policía hizo uso del protocolo de análisis de ADN creado por DNA-Prokids para determinar el parentesco. A día de hoy la familia ya está junta.
Para Lorente, todos los casos que logran resolverse suponen para él una doble satisfacción. Por un lado profesional, ya que «es una satisfacción muy importante en lo que respecta a la genética y a la medicina forense. No solo por el echo de solucionar los casos sino por la prevención que va a suponer en el futuro». En lo que respecta al ámbito personal ha manifestado su satisfacción ante la posibilidad de resolver problemas en los que están implicados seres humanos.
Recientemente se ha creado un sistema informático que agiliza el proceso de la toma de muestras, la creación de bancos de datos en cada país y que ofrece más garantías de seguridad de las distintas informaciones recabadas.