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El arte como aliado para buscar el fin de los conflictos

Vélez-Blanco acoge el Festival ‘ArCoPaz’ con artistas como Federico Guzmán, Eva Lotz, Ana Marín y Jesús Palomino · Todos ellos harán su propia obra artística en el municipio.

Federico Guzmán junto a Isidro López-Aparicio muestra el boceto de la escultura que va a realizar.

Como actividad paralela al XII Seminario la Cultura de Paz desde Andalucía Crear y construir la Paz desde la arquitectura y el arte, este año, el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada y el Ayuntamiento de Vélez-Blanco han organizado el Festival de Arte Contemporáneo para una Cultura de Paz (ArCoPaz), que se está celebrando del 20 al 22 de julio. Los artistas participantes de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional son Federico Guzmán, Eva Lotz, Ana Marín y Jesús Palomino. Según el comisario del Festival, Isidro López-Aparicio, «esta idea surge con una intención de continuidad, ya que las cosas para que tengan un efecto no pueden ser algo puntual, sino que tienen que implicar un compromiso espacio-temporal».

Así, en el caso de Eva Lozt el planteamiento gira entorno al agua y ha venido con tres frases que las ha compuesto en forma de cárteles: Agua es el nombre futuro de la sed, Agua es el nombre de la gota que colma el vaso y El comercio del agua impide la paz. Los carteles se pueden recoger en el Ayuntamiento y en el Museo del Agua ‘El Alporchón’. El proyecto de Federico Guzmán va a ser una escultura, un pequeño monumento a la paz que regalará al pueblo, representando que la paz conlleva una responsabilidad universal. Una obra que representará un espacio de paz y para ello ha escogido la imagen de un corro de niños jugando.

Por su parte, Jesús Palomino repartirá unas placas de metal con las que el pueblo será el protagonista de su obra ya que con ellas podrán dejar grabados a modo de graffiti las personas que las utilicen en aquellos espacios cerrados que deseen la frase ‘peace zone’ o ‘invisible war’ y una vez utilizadas se entregarán a otras personas que deseen utilizarlas en el mismo sentido. Se trata de una iniciativa que el artista ha puesto en marcha en ciudades como Madrid y Barcelona, hay 50 placas repartidas más las 10 que se entregarán durante estos días en Vélez-Blanco dentro de este circuito que llegará hasta Holanda. Las placas pasan de mano en mano para crear estos espacios de paz .

Por último, la propuesta de Ana Marín es una especie de ‘madonna’ que se hará en la tierra en forma de escultura que acoge y abraza y en el fondo habrá un espacio que se va a convertir en un espacio de encuentro.

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