La expectativa de vida va subiendo cada día diez horas, por lo que un bebé que nazca mañana va a vivir de media 10 horas más que el bebé que ha nacido hoy, según han afirmado los especialistas en la presentación del IX Congreso de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (Semal), celebrado en Málaga.
La medicina antienvejecimiento «se basa en indicaciones, recomendaciones sobre hábitos de vida, dietas, tratamientos de distintos tipos que son todos los que se revisan y que puestos juntos ayudan a las personas a disminuir o ralentizar la pérdida de las funciones que ocurren en el envejecimiento», ha declarado el presidente de la Semal José Serres.
El primer objetivo de la medicina antienvejecimiento es intentar que se pase de lo que los especialistas llaman expectativa de vida a vida media máxima potencial: «De los 77 años de media en los varones y de 83 años en las mujeres podemos pensar en llegar a los 124, que es la cifra máxima registrada que ha alcanzado en longevidad un humano con nuestra fisiología y nuestra bioquímica», ha comentado Antonio Ayala, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.
Así, «el planteamiento de los médicos se centra en qué pueden hacer los demás para alcanzar esa cifra cada vez más cercana, ya que la expectativa de vida para los niños que nacen ahora es de unos cien años», ha aclarado el también miembro del comité científico de la Semal.
Por su parte, Manuel J. Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Granada, ha apostillado que «las palabras son limitadas para expresar todo lo que queremos decir; uno de los ejemplos es justamente el término medicina antienvejecimiento, que expresa mucho más y es una trampa del lenguaje». Según el especialista, cuando se piensa en envejecimiento o antienvejecimiento «se relaciona con personas mayores y esto no es así; podemos estar pensando en cualquier persona, incluso en un recién nacido».
La medicina antienvejecimiento pretende no sólo que envejezcamos de manera más lenta, sino que estemos mejor. Según el también presidente del comité científico de la Semal, «este es un proceso continuo que requiere esfuerzo y además, multidisciplinar. Lo primero es una buena nutrición, en la que a veces hacen falta aportes nutricionales específicos: nutracéuticos, vitaminas o antioxidantes que no pueden ser iguales para todo el mundo».
Además, el máximo responsable de la sociedad ha resaltado en la presentación del congreso algunas recomendaciones más para mejorar los hábitos de vida, como hacer ejercicio físico de forma moderada, controlar el estrés y dormir entre siete u ocho horas: «En general, abandonar el tabaco, limitar la exposición el sol y los excesos de cualquier tipo, así como luchar contra la obesidad y el sedentarismo, son algunos de los desafíos de las sociedades desarrolladas que pueden incidir en la disminución de la esperanza de vida». El envejecimiento «es un proceso muy complejo desde el punto de vista molecular, y aún no sabemos sus causas por lo que todas las intervenciones hasta ahora, lamentablemente, están destinadas a paliar los efectos del envejecimiento, a minimizar el paso del tiempo», ha añadido Antonio Ayala.
La medicina de las ‘4P’
Por otro lado, a la medicina antienvejecimiento se la conoce en genómica como la medicina de las 4P: «Se denomina así porque es una medicina altamente predictiva, llevamos la predicción a niveles moleculares que sitúan al especialista en el escenario de hacer el diagnóstico muchísimo antes de que aparezca la enfermedad», ha afirmado José Ignacio Lao, especialista en genética química.
Lao ha añadido que se trata de una medicina personalizada: «No todos los individuos son iguales en dependencia del genotipo y fenotipo». También es una medicina participativa: «Depende del compromiso que se asume por parte del médico y del paciente».
TERAPIAS BIOIDí‰NTICAS
El Protocolo de Wiley es una terapia de reemplazo hormonal con hormona bioidéntica, con el objetivo de mejorar la calidad de vida. T. S. Wiley, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, trabaja con pacientes oncológicos a los que se eliminan las hormonas, «lo que afecta a sus relaciones sexuales, su metabolismo o su estado de ánimo, entre otros. En los tratamientos actuales con hormonas se utiliza una sola dosis de forma constante, tanto en tiempo como en cantidad», ha explicado. La administración hormonal se produce de manera rítmica y cíclica. Todas las hormonas tienen un sistema de secreción de ciclo a lo largo del día o a lo largo del ciclo reproductivo femenino, o a lo largo del tiempo. «Sabemos que a unas horas de la mañana se segregan unas hormonas, por las tardes otras y por las noches otras diferentes. El trabajar con hormonas bioidénticas es hacerlo como lo haría el cuerpo», ha concluido el presidente de la Semal, que ha hecho hincapié en que «hasta este momento cuando se administraban las hormonas se hacía a deshora. Ahora se hace de manera fisiológica, siguiendo el ritmo del organismo».