Un mal que golpea a Latinoamerica
Dicen que está cerca una vacuna contra el Chagas
Lo aseguró un equipo de investigadores españoles. La clave estaría en ciertas proteínas capaces de atacar al tripanosoma cruzi. La enfermedad aún no tiene cura
La obtención de una vacuna contra la enfermedad de Chagas está más cerca, gracias a un estudio de un grupo de investigación de la universidad de la ciudad española de Granada que analiza las proteínas capaces de ligar ácidos grasos en el tripanosoma cruzi, el parásito responsable de dicha patología.
Esta enfermedad infecciosa, una de las más extendidas en la actualidad en América Latina -incluyendo a la Argentina-, no tiene cura, ya que sólo existen medicamentos para su primera fase. “Sin embargo, es en la etapa crónica cuando se suceden dolencias como arritmias, cardiopatías o inflamación del colon”, explicaron.
La tesis doctoral de la profesora peruana Ofelia Magdalena Córdova, que ha estudiado las proteínas capaces de ligar ácidos grasos en el tripanosoma cruzi, ha sido el último paso en las investigaciones del equipo científico dirigido por el profesor
Antonio Osuna.
El trabajo de Córdova, presentado en la ciudad sureña de Granada, podría suponer la base para una vacuna, con los genes que codifican ciertas proteínas encargadas del transporte de ácidos grasos necesarios para el metabolismo normal del parásito.
Con esta vacuna, las células del propio individuo podrían sintetizar estas proteínas que actuarían imposibilitando la supervivencia del tripanosoma cruzi, tanto en casos de infección natural como en los producidos por transfusión sanguínea.
Se calcula que de 16 a 18 millones de personas están infectadas por la enfermedad de Chagas, de las que 50.000 morirían cada año, según la Universidad de Granada.
Una de las principales vías naturales de contagio está dada por un tipo de chinche (llamada vinchuca) que habita en la Argentina y es portadora del tripanosoma cruzi.
Liposucción: sólo sirve a lo estético
La liposucción puede tener
beneficios cosméticos, pero
no necesariamente beneficia a la salud. En efecto, según un estudio, las mujeres obesas que perdieron hasta 11 kilos de grasa en el estómago mediante la liposucción no redujeron su riesgo de contraer diabetes o enfermedades cardiacas,
ambas relacionadas con el
exceso de peso.
“Es una frustración y un
descubrimiento sorprendente para los investigadores que creen que la extirpación
quirúrgica del tejido adiposo ayuda a restaurar la salud.
No importa cuánta grasa sea
eliminada, sino cómo se lo haga”, dijo el director del
estudio, Samuel Klein, de la Universidad de Washington (Estados Unidos).
“Volvemos a la recomendación tradicional de bajar peso y hacer ejercicio”, agregó. El último estudio, publicado en la revista médica New England Journal of Medicine, siguió la evolución de 15 mujeres obesas sometidas a liposucciones cosméticas. La composición química de la
sangre de las mujeres y su
presión arterial -que refleja el riesgo de diabetes y afecciones cardíacas- fueron comprobadas antes de la operación y unos tres meses después. “Aunque
habían rebajado de peso tras
la intervención, su condición
médica era casi la misma”,
aseguraron los investigadores.
Hay calentamiento para rato
La Comisión Europea (CE) presentó ayer los resultados de la iniciativa “Epica” de estudio del cambio climático, financiada por Bruselas, entre cuyas conclusiones se demuestra que, al margen de la influencia de la actividad humana, el recalentamiento de la Tierra podría prolongarse 15.000 años.
El estudio, en el que participaron científicos de 10 Estados miembros de la Unión Europea (UE)
-Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido y Bélgica- se centró en la Antártida, donde se extrajeron muestras de hielo de 740.000 años de antigüedad, situado a tres kilómetros de profundidad; el más antiguo hasta ahora estudiado, señaló la CE en un comunicado.
Cada una de las muestras extraídas para el estudio tiene un diámetro de 10 centímetros y tres metros de largo. Los investigadores europeos estudiaron en las muestras la llamada “memoria del clima”, materializada en el interior de diminutas burbujas de aire atrapado en ese hielo.
El hielo, en función de su profundidad y antigüedad, contiene trazas diferentes de las variaciones de temperatura que hubo en el planeta y de las concentraciones
de gas.
Descargar