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«Un talayot tiene un valor incalculable»

La Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella acaba de realizar un enorme esfuerzo para organizar y mantener el nivel de las Jornades de Recerca Històrica en un momento de recortes. Así lo elogia Margarita Orfila, catedrática de Arqueología de la Universidad de Granada, presidenta del Ateneu de Maó y coordinadora científica de las jornadas. Considera que la SHAMB ha acertado al elegir el tema de la permanencia talayótica y por su implicación a la hora de apoyar la declaración del legado arquitectónico de la piedra como Patrimonio de la Humanidad.

 

¿Qué han aportado las jornadas?
Han aportado, en primer lugar, el interesar a unas 150 personas. A parte de ello, el tener conocimiento de la importancia del papel del patrimonio histórico en la dinamización económica. Menorca tiene un potencial cultural importante en ese sentido, pudiendo ser el patrimonio arqueológico una pieza importante en esa opción. Y también el estar informados de los pasos que se están dando para conseguir que se declare Patrimonio Mundial a la Cultura Talayótica de Menorca.

¿ Cómo pueden servir a los menorquines las aportaciones, debates, reflexiones y conclusiones?
Los menorquines creo que lo que se deben plantear es conocer mejor una parte de nuestro pasado y que se emocionen en su contemplación. Luego, que lean o asistan a conferencias y charlas o visitas guiadas, con ellas podrán tener un mayor conocimiento de ese período histórico, y así lo respetarán más, y que abran el interés y curiosidad hacia esos monumentos frente a otras gentes que no los conozcan lo suficiente.

¿Qué ponencias destacaría y qué idea se queda de cada una de ellas?
Destacar una ponencia es imposible. La de Pau Rausell, economista, por haber sido realmente una lección extraordinaria sobre la economía de la cultura como estrategia para el desarrollo local. Me hubiese gustado que más de un empresario la hubiese escuchado, y me consta que más de un político de los presentes se ha interesado vivamente sobre sus explicaciones, basadas en unas muy concienzudas investigaciones que avalan lo que postuló: el papel de la cultura a la hora de dinamizar la economía.

Tener a Laura de Miguel, responsable del área de Patrimonio Mundial en el Ministerio de Cultura era algo que todos deseábamos. Tener a alguien que cada día trata sobre expedientes que se presentan para que unos bienes sean declarados Patrimonio Mundial, pero que, al mismo tiempo, sabe lo que implica su declaración, tanto a nivel de la internacionalización de los bienes, de los deberes que contrae quién es responsable de los mismos en su gestión, y qué derechos se consiguen, era importante, dado que se está justo ahora en ese proceso, el de redactar un documento con el que avalar la presentación a la candidatura de Patrimonio Mundial en su primer estadio: que se incorpore la Cultura Talayótica de Menorca (CTMe) en la Lista Indicativa del Estado Español en la UNESCO.

Del jurista Jesus María García Calderón destacaría su especial sensibilidad hacia los temas relacionados con el patrimonio histórico, que ha hecho que su presencia fuera de gran utilidad sobre los grados de protección jurídica que tienen los bienes patrimoniales, y los arqueológicos en especial, gracias a la serie de leyes que se han ido dictaminando, y cómo han permitido unas sentencias mucho mas duras por el hecho de ir por lo penal. Es ahora un pleno defensor de que puedan calibrarse el valor de los bienes históricos como de valor incalculable. No creo que fuéramos capaces nosotros de otorgarle un valor económico a un talayot. Yo desde luego que no sería capaz, tiene eso, un valor incalculable.

¿En qué centró su ponencia?
Hablé del proceso en el que nos encontramos en ese camino de intentar que se declare Patrimonio Mundial a la cultura talayótica. Lo que la Comisión Asesora, que se creó hace ya unos meses, y a la que pertenezco, ha presentado como un Bien Seriado compuesto por 25 yacimientos arqueológicos de la cultura talayótica menorquina, estando en estos 25 sitios representados todas las edificaciones típicas de esa cultura y de sus precedentes, la pretalayótica. Son, a la par, yacimientos en un buen estado de conservación, se ha investigado arqueológicamente en ellos, se han publicado sus resultados, tienen indicaciones en las carreteras que facilitan el poder localizarlos, y tienen información a través de cartelería en cuanto a lo que se conoce de ellos. Hay que destacar que las comunicaciones que se presentaron fueron de gran interés, tanto las más centradas en el mundo talayótico como las dedicadas a los trabajos de piedra seca en Menorca.

¿Cuál ha sido su aportación como arqueóloga menorquina en las jornadas?
Presentar los bienes que se presentan para que sean declarados Patrimonio Mundial, y en qué punto estamos ahora. Creo que es importante también resaltar que este es un proyecto y una opción que fue iniciada en la anterior legislatura y que se ha tomado con las mismas ganas o más por el actual gobierno del Consell, y en especial por la consellera de Cultura, Maruja Baíllo. Ello demuestra que es un proyecto que está por encima de partidos políticos, que es un proyecto que interesa para Menorca, y es por ello por lo que yo estoy tan implicada en él. Y quiero dejar claro que es un proyecto que, aunque nos gustaría a todos que fuera a corto plazo, la realidad, tal como ya lo dije cuando retomamos en 2009 esa vieja idea en la Secció d’Historia i Arqueologia de l’Institut Menorquí d’Estudis, es más bien a medio y largo plazo. Pero lo importante es que no se ha parado de hacer cosas desde esa fecha, y que se avanza, que se ha de hacer bien, pues creo que nos jugamos mucho los menorquines.

¿En qué punto se encuentra la declaración de la Menorca Talayótica como Patrimonio de la Humanidad? ¿Qué puede suponer la declaración para la Isla?
En el punto de haber sido aceptado ese proyecto, y asumido como propio por el Govern Balear, y que éste lo haya presentado a la Comisión de Patrimonio del Ministerio de Cultura, en una reunión de 6 de noviembre, con representantes de todo el Estado español, y con su visto bueno. Ahora hay que enviar el documento que se está redactando, siguiendo las indicaciones de la UNESCO, al Centro de Patrimonio Mundial, a la espera que se incorpore la Cultura talayótica de Menorca en la Lista Indicativa del Estado Español a inicios de febrero de 2013. Un paso imprescindible para que de aquí a unos años, esperemos que muy pocos, el Gobierno estatal decida que de entre todos los bienes que tiene en esa lista (22), sea la cultura talayótica la presentada para ser declarada Patrimonio Mundial.

¿Puede ser el patrimonio de la piedra una inversión de futuro para Menorca?
Es realmente una apuesta de futuro, pero no lejano. El patrimonio cultural de Menorca, no sólo el talayótico, son muchos más, el urbanismo de todas las poblaciones, La Mola, Illa del Rei, las torres de la costa o el Camí de Cavalls, un atractivo impresionante. Todo ello debe promocionarse. Yo lo veo como una consumidora, como una persona que viaja y que se me puede encuadrar dentro de ese turismo cultural, y sé, por experiencia propia, que si se me ofertaran ese tipo de opciones, las tomaría. Pero necesitamos de especialistas para presentar y preparar esas ofertas. Debo añadir que, si en el proceso de intento de declaración, y en el deseo de que sea una realidad pronta, se han ido adecuando progresivamente una serie de yacimientos arqueológicos. Los primeros que vamos a ganar vamos a ser los propios menorquines, seguro que si se van realizando actividades como estas jornadas vamos a ir acostumbrándonos a visitar esos magníficos bienes que tiene la Isla. Y si, además, son cada vez más visitados por quienes nos visitan, mucho mejor, y más si son parte del atractivo como destino. Pero especialmente es importante que ya son muchos los que hablan de ese patrimonio, de cómo cuidarlo, cómo conocerlo mejor y cómo darlo a conocer. Y también son cada vez más los que han decidido dedicarse de una manera profesional al mundo de la arqueología menorquina. Sobre la historia de Menorca aún tenemos mucho camino por delante.

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