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‘Si hay que nacer algo, yo nací­ médico’

Este almeriense ha conseguido reconocimientos en todo el mundo por su participación en las exhumaciones de Simón Bolívar, Cristóbal Colón, los desaparecidos en la Guerra Civil…

Hijo y hermano de…, ¿nació o se hizo forense?
-Si hay que nacer algo, yo nací médico. Mi padre, que es forense, siempre ejerció como médico de cabecera en pueblos del norte del Almanzora almeriense. Fue forense pocos años y nunca pienso en mi padre como tal. Con todo, sí me hacía reflexionar sobre la lógica médica y criminalística y me hablaba maravillas de quien es mi jefe y maestro, el profesor Enrique Villanueva.

Hugo Chávez reconoció en Twitter haber llorado en la exhumación de Simón Bolívar. ¿Cuáles fueron sus sensaciones?
-Emoción, respeto y responsabilidad por ser testigo y actor de actos únicos y de importancia histórica y científica.

Fueron muchas horas de intervención…
-La exhumación se produjo entre las 7:10 de la mañana de un día hasta las 8:15 del día siguiente. Fueron 25 horas de trabajo ininterrumpido, sin salir del panteón. Nunca antes había trabajado en esas condiciones de intensidad y continuidad, pero mereció la pena porque se hizo un buen trabajo.

Antes había participado en la identificación de Cristóbal Colón, de mujeres en Ciudad Juárez y de desaparecidos de la Guerra Civil española. ¿Cuál ha sido su trabajo más complicado?
-Puede ser por la experiencia, pero las sensaciones son siempre las mismas. Lo único que añaden casos como el de Ciudad Juárez es una emoción y un respeto mayores, ya que se nota el sufrimiento en primera persona y se siente la responsabilidad de ayudar a quien confía en uno.

¿Qué situación o personaje de épocas pasadas le hubiera gustado o se propone investigar?
-Soy médico, no historiador, y jamás he promovido estudios de casos históricos. No obstante, mi laboratorio del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada tiene fama acreditada por ayudar en todos los casos donde la ciencia pueda aportar su luz y por resolver todo lo que se puede desde la prudencia y sin emitir conclusiones falaces si la ciencia no aporta resultados. Esto hace que nos llamen con frecuencia, pero no tengo interés especial en que se exhumen los restos de nadie.

Ha trabajado con el FBI. ¿Cómo le trataron los americanos?
-Fue muy interesante. Estuve en su academia casi un año, cuando lo habitual es que los agentes especiales pasen cuatro meses. Aprendí muchas cosas sobre el orden en el que debe realizarse una investigación, a no descartar nada por nimio que parezca y a amar el deporte, algo casi obsesivo para mí desde entonces.

¿Le ha enriquecido la experiencia? ¿Cuentan con más avances que la Policía española?
-Me aportó mucho y me permitió conocer a policías de todo el mundo, incluidos españoles, como Ramón M., mi querido amigo el coronel de la Guardia Civil. Los americanos no cuentan con mejores recursos que la Policía o la Guardia Civil ni son más listos, pero sí disponen de más medios.

¿Qué galardón de los que ha recibido le ha hecho más ilusión?
-En el ámbito granadino, la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez-Acosta y el Premio Imagen de Granada. En el nacional, el nombramiento como Guardia Civil Honorario y la Medalla al Mérito y el nombramiento como Académico Correspondiente de la propia Guardia Civil. Todos me honran y me animan a seguir trabajando.

Hay quien le considera el Sherlock Holmes de la genética. ¿Qué opina? -Me hace mucha gracia. Si se entiende por Holmes a un profesional inteligente y dedicado, con experiencia, con capacidad de razonar y trabajar en equipo, y con un Watson tan bueno como Carlos Álvarez, que es mi compañero, la comparación no me desagrada.

Límite inimaginable

Lorente, para quien los límites de la genética «son inimaginables en este momento», considera que la genética forense y la médica «sólo varían en el contexto y la interpretación de los resultados». Dirige el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica y es autor de libros como Un detective llamado ADN.Espera aumentar sus títulos cuando se jubile «como mi padre, con 80 años».Entonces «publicaré algo más» porque ahora «me falta tiempo».

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