– La UR clausura su curso de verano sobre los efectos de la radiación solar
El alcalde alfareño, Tomás Martínez, clausuró el viernes el curso de verano que la Universidad de La Rioja ha impartido por segundo año consecutivo en el centro cultural, turístico y medioambiental de la plaza de España.
Analizar e investigar los efectos de la radiación ultravioleta sobre la salud y el medio ambiente ha sido el principal objetivo de esta iniciativa, en la que ha participado una veintena de personas, entre alumnos matriculados y público interesado en algunas de las intervenciones.
Dirigido por los profesores Javier Martínez Abaigar y Encarnación Núñez Olivera, el curso ha incluido nueve ponencias, dos mesas redondas y un taller práctico, a través de los cuales se ha intentado profundizar en las consecuencias de la radiación solar dentro del denominado cambio climático.
Nivel académico
La actividad se inició el miércoles de la mano del consejero de Educación y el rector del campus riojano, que destacaron la colaboración y el empeño del Ayuntamiento alfareño por consolidar a la ciudad riojabajeña como sede para los cursos formativos de carácter medioambiental.
Los ponentes que han intervenido han sido Lucas Alados, catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Granada; Jerónimo Lorente, catedrático de Física de la tierra; Sixto Malato, investigador del CIEMAT; Adolfo Marco, investigador de la estación biológica de Doñana; Rafael Tomás, profesor de Fisiología vegetal de la UR; Gemma Simal, del servicio de dermatología del Hospital San Pedro; Ralph Michael, coordinador de investigación del Instituto Universitario Barraquer, de Barcelona; Félix López, catedrático de Ecología de la Universidad de Málaga; Adolfina Ruiz, profesora de Farmacia de la Universidad de Granada, y el dermatólogo riojano Miguel Aizpún Ponzán.
Este último destacó en la jornada de clausura el «alto nivel académico y profesional de los ponentes», además del «gran interés» mostrado por los alumnos, algunos de ellos llegados desde tierras extremeñas. «Que una ciudad como Alfaro haya podido acoger un curso de estas características es un privilegio», afirmó Aizpún.
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