Todas las embarazadas contienen al menos un pesticida en su placenta
El criptorquidismo y la hipospadia, dos tipos de malformaciones en el aparato genitourinario del feto, están asociadas a los agentes hallados
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gestación. Imagen tridimensional de un feto humano.
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REDACCIÓN
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granada. Todas las embarazadas tienen, al menos, un tipo de pesticida en su placenta asociado a dos tipos de malformaciones en el aparato genitourinario del feto, concretamente, el criptorquidismo y la hipospadia, según María José López Espinosa, investigadora del departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada. La científica advierte en su tesis doctoral de la presencia media de ocho sustancias contaminantes organocloradas en el organismo de las mujeres en estado, derivadas de la ingestión de la comida, el agua y el aire.
López Espinosa aseguró que la existencia de estos productos químicos está asociada con dos malformaciones en el aparato genitourinario del feto, en concreto el criptorquidismo y las hipospadias. Según argumentó esta experta, si bien es difícil saber si los pesticidas son los únicos causantes directos que provocan estas anomalías si podemos asegurar que están involucrados en estos procesos.
La tesis doctoral Exposición materno-infantil vía placentaria a compuestos químicos medioambientales con actividad hormonal se ha centrado en el análisis de la presencia de pesticidas organoclorados –utilizados habitualmente como pesticidas– en el cuerpo de las mujeres en estado. De acuerdo, con la investigadora, es durante las primeras semanas de la gestación cuando el feto se muestra más vulnerable a estas sustancias contaminantes, que pueden hacer más daño. Además, los niños que han nacido con estas dos malformaciones estudiadas, a cuyas madres se les hizo un seguimiento, presentaban mayores niveles de estos agentes químicos durante la gestación del feto.
Marieta Fernández, otra de las científicas implicadas en el estudio, explicó que el criptorquidismo provoca en el niño que no tenga descenso testicular, mientras que las hipospadias hace que el pene tenga una doble salida, una para miccionar y otra de salida del semen. López Espinosa apuntó, igualmente, que durante el proceso de gestación los contaminantes almacenados en el organismo tienen acceso al microambiente en el que se resuelve la maduración del embrión.
Según estas expertas, la mano del hombre es la responsable directa de las más de 110.000 sustancias químicas que se han generado desde la etapa de la Revolución Industrial, y que, cada año, aparecen más de 2.000 nuevas sustancias. En este sentido, precisaron que la mayoría de estos compuestos de carácter contaminante se emiten al medio ambiente, encontrándose fundamentalmente en la comida, el aire, el suelo y el agua.
En cuanto a su incorporación al organismo, López Espinosa aclaró que se produce a diario de manera involuntaria. Pese a ello, indicó que es posible controlar la ingesta de pesticidas con una correcta alimentación, basada en una dieta sana y equilibrada, mediante el consumo de alimentos en los que se hayan empleado menos sustancias químicas.
Su análisis, llevado a cabo sobre 308 mujeres que entre los años 2000 y 2002 dieron a luz niños sanos en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada, arrojó que el cien por cien de las mujeres embarazadas tiene, al menos, un pesticida en su placenta, si bien la media se establece en ocho clases distintas de estas sustancias químicas, apuntó la científica.
Durante su trabajo, López Espinosa estudió la presencia de 17 pesticidas organoclorados disruptores endocrinos, es decir, que interfieren en el funcionamiento del sistema hormonal. Para la realización de este trabajo se han recogido muestras de 668 madres. El estudio ha permitido investigar la asociación entre las características maternas, paternas, del recién nacido y del parto con la exposición a pesticidas de la placenta. Algunos factores asociados a la mayor presencia de pesticidas han resultado ser la edad de la madre, un mayor índice de masa corporal antes del embarazo, una menor ganancia de peso durante la gestación, un menor nivel educativo, una mayor exposición laboral y un menor peso del niño.