historia
Los restos de Diego Colón se conservarán en el Museo Pickman
El conservador del museo de la fábrica de loza de La Cartuja viaja hoy a Granada para recoger la osamenta del hermano menor del Almirante
d. s.
antropólogo. Miguel Botella, con los restos de Diego Colón.
La exposición de loza de La Cartuja viajará en 2006 a Granada
A. ALMÁRCEGUI / I. GARCÍA
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Sevilla/Granada. Para el responsable del Museo Pickman de la fábrica de cerámica de La Cartuja, Carlos Bayarri, el resultado de las pruebas científicas realizadas a los huesos de Diego Colón, investigaciones que han certificado la autenticidad de los restos que custodia la empresa sevillana, no ha sido ninguna sorpresa. Para nosotros era algo muy claro, los restos de Diego Colón nunca se han movido de aquí. En realidad, los huesos sí se han trasladado en varias ocasiones, pero siempre sin salir de Sevilla. De hecho, la única ocasión en la que han abandonado Sevilla fue hace casi tres años, cuando fueron solicitados por el equipo de investigadores de la Universidad de Granada, que trata de dilucidar, mediante pruebas antropológicas y de ADN, la verdadera ubicación de los restos del descubridor de América.
Tras un acto protocolario que se celebrará hoy en la Universidad de Granada, los restos de Diego Colón regresarán definitivamente a la fábrica de loza de La Cartuja (ubicada en la carretera de Mérida). En el futuro, el esqueleto del hermano menor del Almirante se conservará en el museo de loza, pero no está previsto que se exponga directamente al público. La dirección de Pickman determinará donde debe ubicarlo y cómo conservarlo, atendiendo, por supuesto, a las indicaciones que nos hagan al respecto los antropólogos, adelanta Bayarri.
Lo que sí está decidido es que los restos de Diego de Colón no volverán a enterrarse en los jardines que rodean la fábrica, donde reposaron los últimos años, justo a los pies de la estatua del fundador de la empresa. Los huesos del aventurero, que acompañó en varios viajes a las Indias a su hermano Cristóbal, llegaron a la empresa ubicada en Santiponce cuando ésta dejó su sede de la isla de la Cartuja, con motivo de la Expo Universal del 92.
Durante algunos años –recuerda Bayarri– los restos estuvieron en peligro de ser destruidos. Ahora, la demostración de su autenticidad garantiza su conservación.
El equipo del profesor Miguel Botella, director del laboratorio de antropología física de la Universidad de Granada, ha sido el encargado de examinar los restos –resultados que han sido refrendados también por otros dos laboratorios ubicados en EEUU y de Alemania– y determinar que corresponden a Diego Colón.
Las pruebas de identificación antropológica practicadas por Botella son importantes para los análisis genéticos, que serán los que confirmen el origen del Almirante y la situación definitiva de sus restos, o en Sevilla o en Santo Domingo , explica el científico. Según estas pruebas, los restos analizados pertenecen al esqueleto incompleto de un solo hombre, de unos 60 años y con una serie de enfermedades como osteoporosis y una artritis importante en la mano derecha que provocó su anquilosamiento, confirma Botella. Esto coincide con los escasos datos que se tienen del hermano del Almirante, como el que cuenta que no le pudo acompañar en su último viaje al continente americano por su precario estado de salud.
Además, la confirmación de que se trata de un solo cuerpo rebate las teorías de Charles Goff, quien postulaba que los restos de Diego habrían sido divididos y trasladados por error hasta Santo Domingo. Interpretaciones de sus estudios llegaban incluso a asegurar que los restos de la Cartuja pertenecían al propio Almirante. Sin embargo, el cuerpo de Diego Colón es el menos viajero de esta intrépida familia. Al fallecer en 1512 sus restos fueron inhumados en el monasterio de Santa María de las Cuevas, en la Cartuja de Sevilla, en una cripta que sería el mausoleo de la familia. Allí continuaron hasta la desamortización del siglo XIX, cuando el inglés Pickman compró el monasterio con su fábrica de cerámica. Unas reformas realizadas en los años cincuenta del siglo XX hallaron una cripta con estos restos humanos. En esa época, la Academia de Historia ya dictaminó que eran de Diego Colón, aunque su cráneo se perdió en un traslado a Madrid.
Su esqueleto fue exhumado de nuevo para la investigación sobre el paradero de los restos del Almirante coordinada por el director del Laboratorio de Medicina Forense de la Universidad de Granada José Antonio Lorente. Para ello, el equipo científico contó con la colaboración de los responsables del Museo La Cartuja-Pickman.