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Fallece a los 90 años Faustino Gutiérrez Alviz

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Fallece a los 90 años Faustino Gutiérrez Alviz

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en familia. Faustino Gutiérrez Alviz, segundo por la izquierda, rodeado por familiares.

A. CH.
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El pasado sábado falleció en Sevilla, a los 90 años, el catedrático de Derecho Procesal Faustino Gutiérrez Alviz, que recibió sepultura al día siguiente en el cementerio de San Fernando en la más estricta intimidad, según su deseo. El funeral se celebrará el lunes 18 a las ocho de la tarde en el colegio de los Jesuitas de Portaceli.
Gutiérrez Alviz fue uno de los grandes personajes de la vida universitaria, cultural y artística de la Sevilla de las últimas décadas, en la que formó parte de diversas instituciones que vivieron sus mejores momentos cuando el catedrático estuvo en su dirección, como es el caso de la Facultad de Derecho de la Universidad Hispalense y la Academia sevillana de las Buenas Letras. Ésta se trasladó a su actual sede de la Casa de los Pinelo en el periodo de más de una década en el que se mantuvo al frente de esta institución el ilustre profesor.

Faustino Gutiérrez Alviz fue catedrático de Derecho Romano por la Universidad de Granada, en laque, no obstante, ejerció durante apenas dos cursos académicos antes de trasladarse a Sevilla, donde obtuvo la cátedra de Derecho Procesal, la cual ejerció durante un periodo de 40 años, hasta su jubilación. En ese tiempo, el catedrático fue nombrado decano de la Facultad de Derecho, en unos años en que estuvo considerada como una de las facultades más importante de España gracias al prestigio de los alumnos y profesores que se reunieron en ese tiempo, con nombres de la talla del propio Faustino Gutiérrez Alviz, Manuel Olivencia, Manuel Clavero, Juan Mauduit y Antonio Villa. De hecho, Manuel Clavero fue igualmente catedrático en su departamento y vicedecano de Derecho en esos años y fue la persona que le sucedió al frente de la Facultad.

Tal fue el prestigio que adquirió Faustino Gutiérrez Alviz a nivel incluso internacional que a su jubilación, hace 20 años, recibió un libro homenaje en el que colaboraron otros prestigiosos catedráticos de España y del extranjero, en gratitud por las grandes aportaciones que realizó a la especialidad. Además, contaba con la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio –otorgada por el Gobierno en reconocimiento a los méritos contraídos en los campos de la educación, ciencia, cultura y docencia– y la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, distinción del Ministerio de Justicia, también como reconocimiento a sus méritos en este campo.

Otro de los grandes legados que el catedrático ha dejado para la ciudad ha sido su escuela de Derecho Procesal, que se ha convertido en una auténtica cantera de prestigiosos magistrados de esta disciplina y que igualmente ha adquirido fama internacional. De esta institución han salido al menos una decena de catedráticos de Derecho Procesal, numerosos profesores titulares de la Universidad e incluso algún magistrado del Tribunal Constitucional.

En el ámbito cultural, relanzó la Academia sevillana de Buenas Letras en los doce años en los que la dirigió y, además del ya mencionado traslado de la sede, consiguió su equiparación a otras academias culturales a nivel nacional, como la Real Academia de la Lengua y la Real Academia de la Historia, ambas en Madrid.

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