– Un informe de la Junta ve al PP como “alternativa” de Gobierno
Los análisis postelectorales, incluso de socialistas históricos como Alfonso Guerra, destacaron el avance del PP en una Andalucía donde el PSOE mantiene la mayoría absoluta tras 26 años de gobierno. El informe en profundidad del Centro de Estudios Andaluces reconoce que el 9–M consolida al PP como posible alternativa.
el 9-M. Los andaluces son los españoles que más veces han acudido a las urnas
El estudio redunda en una lectura común tras los comicios que llevó al PSOE a recordar, mapa en mano, su victoria en 640 de los 770 municipios andaluces. Las elecciones autonómicas de 2008 “confirman la posición de predominio socialista, pero acercan las posiciones de los dos partidos políticos y consolidan al PP como una fuerza con posibilidades de constituir una alternativa futura de gobierno”, es la conclusión del informe. Alfonso Guerra lo tradujo —días después de los comicios y en un acto de celebración— en un “la derecha avanza en Andalucía más de lo que quisiéramos” que el PSOE-A calificó de reflexión “superficial”. Ahora, el análisis es de un equipo de expertos, liderado por el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada y director del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, Juan Montabes, presentado casi dos meses después del 9–M y por encargo del Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de Presidencia.
Con una diferencia porcentual del 9,5% de los votos entre PSOE y PP a favor del primero (que en las elecciones generales se eleva al 13,4%), los resultados de 2008, según el informe, reflejan que “el nuevo predominio socialista encuentra más vulnerable su situación que en la etapa de 1982 a 1994, al producirse en un contexto bipartidista con un segundo partido mayoritario en lugar de un sistema más fragmentado en el que ninguno de los otros grupos podía amenazar su posición de predominio”. No obstante, Juan Montabes también explicó que el PSOE tiene en Andalucía uno de sus “anclajes más altos, por identificación, memoria histórica…”. El grado de simpatía y predisposición a votar es “mucho mayor hacia el PSOE” mientras la identificación con el PP es “todavía reducida”, por lo que el posible vuelco electoral “queda aún muy lejos”, pues los andaluces son muy estables en su intención de voto.
El auge del PP se ha producido en estas elecciones sobre todo a costa del PA pero Montabes no cree que haya tocado su techo y ve posible captar votos al PSOE, que mantiene su “dominio” pero no una “hegemonía”.
El reto del PP es captar electores en los municipios pequeños y desarrollar un giro al centro. En una escala de 0 (extrema izquierda) a 10 (extrema derecha), los andaluces se sitúan en el 4,5 y ven al PP en el 7,5. Respecto a la distribución territorial de sus votos, PP y PSOE están más igualados en núcleos grandes —con una ligera ventaja popular— y mantienen gran distancia, a favor del PSOE, en los pequeños y medianos. El informe habla de cuatro bastiones donde el grupo más votado supera el 50% de los sufragios: tres socialistas (Huelva, Jaén y Sevilla) y uno popular (Almería). El mayor equilibrio se da en Málaga y Granada.