No sabemos vivir en diversidad porque la escuela tiende a la homogeneización.
La presencia cada vez mayor de escolares inmigrantes en los centros españoles ha traído consigo la necesidad de reflexionar sobre el tema de la educación intercultural y las políticas educativas encaminadas a dar respuesta a este nuevo contexto. Unas actuaciones que, en algunos casos, no hacen más que contribuir al fomento de la escuela segregada.
Así al menos lo considera el director del Laboratorio de Estudios Interculturales de la Universidad de Granada, Javier García Castaño, que ayer impartió una conferencia en el marco de la quinta sesión del ciclo Diálogos en Educación organizado por el Centro de Formación e Recursos (CFR) de Ferrol. Minutos antes de comenzar su intervención, el doctor en Filosofía y Letras aludió a las necesidades y cambios que a nivel educativo se han planteado a raíz del incremento significativo de alumnos inmigrantes en el territorio español y que en muchos casos han venido acompañados de ciertas medidas de las Administraciones públicas educativas, algunas de las cuales el ponente no sólo puso en tela de juicio sino que invitó a reflexionar sobre ellas.
En primer lugar, y en referencia a la acogida de los nuevos alumnos, García Castaño cuestionó el hecho de que estas atenciones especiales en la acogida a los inmigrantes que llegan al país, diferentes a las que se llevan a cabo con los otros nuevos de la escuela, hace pensar si reciben esa atención porque son nuevos o distintos, y si la distinción, la extrañeza lo que nos provoca es recelo, miedo o sospecha.
De suma importancia se convierte también el tema de la lengua. Aquí estamos reproduciendo lo que hacen los países de prácticamente todo el mundo, y es que cuanto antes y con rapidez les enseñemos la lengua vehicular, a costa de la materna, comentó.
En este sentido, argumentó que parece que hemos asumido sin ningún tipo de crítica que la forma de integración es aprendiendo rápidamente la lengua de donde uno está, dejando en un segundo plano la lengua materna, lo que considera un error, pues además contribuye, según el ponente, a configurar una escuela segregada.
Cambios > En cuanto a los cambios que se están llevando a cabo en el sistema educativo motivados por la presencia de los escolares inmigrantes, García Castaño abogó por no folclorizar la cultura y a atender en mayor grado a los contenidos globales en los currículum, en contra de la tendencia localista a la que están siendo sometidos, según el investigador. En cuanto a la formación del profesorado, explicó que creer que la gestión de la diversidad se soluciona con la formación de profesorado, es no entender lo que significa la diversidad, por lo que dijo que no se puede culpabilizar de esto a los docentes. No sabemos vivir en diversidad porque nos han socializado en que lo que era válido era la homogeneidad, aseguró. En este sentido, afirmó que nuestra concepción de escuela sigue siendo una escuela de la homogeneidad, una escuela que intenta preparar individuos para que todos sean iguales, y confundimos lo que es ser iguales en derechos a ser iguales en capacidades y destrezas.
También en la relación familias-escuelas se tiende, según el conferenciante, a centrar en las familias de los escolares inmigrantes los problemas que existen también con los de los demás alumnos, como es la escasa participación en las tareas educativas. Si uno indaga en profundidad acaba descubriendo que los llamados problemas de la inmigración en la escuela no son más que los llamados problemas de la escuela, que ya los tenía, concluyó.
El director del Diario de Ferrol, Germán Castro, la profesora de lengua y literatura gallega en el IES Breamo, Ana Veira, y la asesora del CFR, María José Souto, participaron, junto al invitado principal, en el debate-coloquio celebrado a continuación de la charla del director del Laboratorio de Estudios Interculturales granadino.
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