Científicos de Granada hallan el gen causante de la depresión
Las posibilidades de padecer trastornos psicológicos es cuatro veces mayor para las personas que tengan el genotipo descubierto
MANUEL DEL VALLE
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sevilla. Hay quien dice que algunas personas están más preparadas psicológicamente para afrontar los problemas que les depare la vida. Parece que esta afirmación tiene fundamento científico. Blanca Gutiérrez y Jorge Cervilla, dos investigadores del Grupo Andaluz de Investigación en Salud Mental (GAISAM) y del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Psiquiatría de la Universidad de Granada, han descubierto que determinados individuos muestran una predisposición genética a la hora de padecer trastornos depresivos.
Estos expertos apuntan como responsables de esta patología a un conjunto de genes entre los que se encuentra el denominado SERT, encargado de la fabricación del transportador de serotonina, que no es más que la molécula necesaria para la comunicación neuronal y la responsable del estado anímico delser humano.
El estudio genético ha aportado nuevos datos sobre la variabilidad de este gen entre la población andaluza, ya que el SERT se presenta de dos formas distintas en los individuos. De todos los andaluces que se han prestado al estudio, uno de cada cuatro son homocigotos o doblemente portadores de una forma menos eficaz del gen, la forma s o corta.
Según Blanca Gutiérrez, todas las personas expuestas a situaciones estresantes tienen más riesgos de caer en depresión, aunque no todos respondemos de igual forma. Los científicos granadinos han demostrado además que, junto con la predisposición genética, los factores ambientales son determinantes a la hora de tener una depresión. Así, han constatado que determinados acontecimientos vitales como la muerte de un familiar, un divorcio, un despido laboral o sufrir maltrato, ya sea físico o psicológico, incrementan las posibilidades de caer en depresión, sobre todo en aquellas personas que genéticamente se muestran predispuestas. En estos casos, el riesgo de padecer un trastorno depresivo es cuatro veces mayor que en personas sin el genotipo de riesgo y que no tienen que hacer frente a acontecimientos vitales preocupantes. Una vez detectado el origen del trastorno, los expertos elaborarán estrategias sociales y farmacológicas de prevención e intervención.
Las líneas de investigación se centran ahora en los factores ambientales. Los científicos han comprobado también que existen elementos de este tipo que son protectores. Una familia estructurada, un buen grupo de amigos o una buena complicidad médico-paciente pueden contrarrestar la predisposición genética y el efecto de los condicionantes ambientales adversos en la aparición de la depresión. De acuerdo con Gutiérrez, no sólo hay factores ambientales que predisponen a la depresión, también los hay protectores. Determinadas circunstancias pueden contrarrestar el riesgo de padecer este trastorno, concluye.
El 20 por ciento de los pacientes que acuden al médico de cabecera padece depresión. Estado de ánimo bajo, pérdida de la capacidad de disfrutar o la baja autoestimaconstituyen algunos de los síntomas de la enfermedad. Según la doctora Gutiérrez, estos hechos inciden gravemente en la vida social y laboral del afectado.