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El neardental y el hombre actual se separaron hace al menos 1 millón de años

El neandertal y el Homo Sapiens, esto es, el humano actual, pudieron dejar de tener un linaje común y comenzar su evolución por separado hace al menos 1 millón de años, el doble de lo que se pensaba hasta ahora. En esta línea apunta la investigación sobre fósiles dentales llevada a cabo por Aida Gómez Robles, que se publicará en su mayor parte dentro de unos meses.

En su tesis doctoral, ha analizado con métodos cuantitativos, los dientes de prácticamente todas las especies de homínidos que han existido en los últimos 4 millones de años y ha logrado identificar rasgos neandertales en poblaciones europeas muy antiguas.

Para llevar a cabo este trabajo, Gómez Robles ha empleado material procedente de excavaciones de diversos yacimientos arqueo-paleontológicos, como los yacimientos de la Gran Dolina y de la Sima de los Huesos, situados en la Sierra de Atapuerca (Burgos), y los yacimientos de Dmanisi, en la República de Georgia. Además, visitó diversas instituciones internacionales para estudiar colecciones fósiles o actuales, entre las que destacan el Museo Nacional de Georgia, el Instituto de Paleontología Humana y el Museo del Hombre de París, el Centro Europeo de Investigaciones de Tautavel (Francia), el Instituto Senckenberg de Frankfurt, el Museo de Historia Natural de Berlín, el Instituto de Paleontología de Vertebrados y de Paleoantropología de Pekín y los Museos de Historia Natural de Nueva York y de Cleveland.

Los resultados de esta investigación han dado lugar hasta el momento a dos publicaciones en una de las revistas más prestigiosas en el campo de la evolución humana, denominada Journal of Human Evolution (años 2007 y 2008), si bien la mayor parte de este trabajo se publicará en los próximos meses.

El objetivo fundamental de esta investigación, según explica el CENIEH en un comunicado de prensa, ha sido reconstruir la historia evolutiva de nuestra especie a partir de la información proporcionada por los dientes, que son los restos más numerosos y mejor conservados del registro fósil. Para ello se ha analizado una amplísima muestra de fósiles dentales procedentes de diversos yacimientos de África, Asia y Europa, valorando las diferencias morfológicas de cada clase dental y la capacidad de cada diente aislado para determinar la especie del individuo al que perteneció.

Gómez concluye que es posible determinar correctamente la especie a la que perteneció un diente aislado con una probabilidad de éxito que varía entre el 60% y el 80%. Aunque estos valores no son muy altos, aumentan a medida que se añaden distintas clases dentales. Es decir, si se cuenta con varias piezas dentales del mismo individuo, la probabilidad de determinar su especie correctamente puede rozar el 100%.

La investigadora, asociada a la Universidad de Granada, considera que ninguna de las especies de homínidos que se conocen «tiene probabilidades superiores al 5% de ser la especie ancestral a los neandertales y a Homo sapiens, por lo que es probable que el último ancestro común de estos dos linajes no se haya encontrado todavía», apostilla.

En el trabajo se han empleado métodos de simulación por ordenador para observar el efecto de distintas variaciones ambientales en la evolución de la forma de los dientes. Investigaciones similares han analizado la evolución y el desarrollo de grupos de mamíferos, pero no se habían aplicado hasta ahora a la evolución humana.

La investigación del CENIEH y el centro granadino es también pionera, junto con algunos trabajos recientes basados en la forma craneal, en la utilización de métodos matemáticos para estimar la forma correspondiente a determinados ancestros comunes del árbol filogenético de nuestra especie.

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