Luchando por una vida sin barreras
¿Alguna vez se le ha dormido un brazo? Apenas lo siente, le cuesta moverlo, pero transcurridos unos segundos percibe ese hormigueo, que le hace olvidar esa impotencia. Imaginen esa incapacidad instantánea, pero más acuciante y perecedera en el tiempo.
Algo parecido es la vida de las personas que tienen una discapacidad, aunque, además, ellos deben soportar las barreras arquitectónicas y los prejuicios sociales. ¿Qué hacen? Luchan.
Por ello, más de 150 personas, que forman parte de 11 asociaciones cordobesas de discapacitados, se concentraron ayer en la plaza Vista Alegre para celebrar el Día Internacional de la Discapacidad reclamando la defensa de estas personas para evitar que caigan en la pobreza y en la exclusión social.
Esta última era una de las demandas de Manuela Romero, representante de Autismo Córdoba y madre de un autista, quien expresó la necesidad de «promover la inclusión social a nivel de trabajo, educación y convivencia, no de coexistencia».
Romero añadió en su intervención que la Ley de Dependencia ha creado «un punto y seguido» para estas personas, pero «los medios para ellos deben darse desde que nace, durante el periodo de estudio y el trabajo, porque no queremos tener pensionistas».
Francisco Salinas, profesor titular de INEF en la Universidad de Granada y miembro de Fepamic, comentó que el principal objetivo de una persona con discapacidad es «ser independiente y tener calidad de vida».
Asimismo, Salinas indicó que otra de sus principales reivindicaciones es eliminar las barreras arquitectónicas. «Yo no tengo demasiada dificultad, porque poseo una buena forma física, pero otras personas no tienen esa preparación y van en silla de ruedas eléctricas», explicó este cordobés, que en 2005 sufrió un accidente de tráfico que le produjo una lesión medular.
La delegada para la Igualdad y Bienestar Social en Córdoba, Silvia Cañero, destacó la apuesta de la Junta por el mantenimiento de las políticas sociales en una coyuntura económica difícil, como demuestra el «incremento» del 16 por ciento en el presupuesto. Cañero recordó que «poner este día en el almanaque» significa que la sociedad se conciencie «sobre algo tan importante como la normalización de la vida de una persona con discapacidad».
Al respecto, la portavoz de Discapacidad del PP en el Parlamento andaluz, Rafaela Obrero, criticó, en un comunicado, las barreras arquitectónicas que existen en Andalucía y que limitan el acceso a más de 725.000 andaluces obligando a que sean «personas prisioneras en sus hogares».
«Hay que eliminar las barreras arquitectónicas existentes en las infraestructuras universitarias, porque son las primeras dificultades a las que se enfrenta el alumnado con discapacidad cuando entra en una universidad», reclamó Rafaela Obrero.
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