– INFORME DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA.
El último corredor paisajístico de Marbella está en peligro
Se trata de la vega del río Guadaiza, una fértil llanura de gran valor ambiental.El plan general prevé una ambiciosa operación urbanística en la zona.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Granada señala la necesidad de mantener libre de urbanización el último corredor paisajístico que queda libre en Marbella, cuyo plan general (pendiente de aprobación) prevé una ambiciosa operación urbanística. El espacio en cuestión es la vega del río Guadaiza, una fértil llanura aluvial de 200 hectáreas situada entre las localidades de San Pedro de Alcántara y Nueva Andalucía, en el municipio de Marbella, donde el Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental y su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), éste último pendiente de aprobación, prevén una ambiciosa operación urbanística. Con una anchura variable de hasta dos kilómetros, esta llanura se desarrolla longitudinalmente unos tres kilómetros entre la autopista A-7 y la N-340.
Se trata de una llanura de inundación que presenta un relieve llano cuyo origen se encuentra en los depósitos aluviales procedentes del río Guadaiza, colector que la atraviesa y divide en dos. El responsable de la investigación, el profesor de geografía José Gómez Zotano, destaca los elevados valores ambientales y paisajísticos que presenta el ámbito y explica que gracias a que este espacio no ha sido urbanizado, permite visualizar panorámicas únicas en toda la Costa del Sol Occidental.
La vega del río Guadaiza constituye el mejor corredor paisajístico y ecológico del término municipal de Marbella, posibilitando la visión conjunta del entorno montañoso completo (Sierra de las Nieves, Sierra Bermeja y Sierra Blanca) y el mar, así como la conexión de distintos ecosistemas. Gómez Zotano advierte de que este espacio se ha convertido en un terreno sobre el que recae la sombra de la especulación urbanística. Su situación estratégica y la gran cantidad de suelo rústico disponible han propiciado un interés injustificado por llevar a cabo actuaciones urbanísticas innecesarias y desmesuradas incompatibles con la conservación del único espacio libre que queda para el disfrute de los ciudadanos de San Pedro de Alcántara y Nueva Andalucía, denuncia el investigador.