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¿Pueden perder el tiempo?

¿Pueden perder el tiempo?

Un adolescente estadounidense convenció a sus profesores de que limitaran los deberes en casa. Con tasas de estrés infantil tan altas, su propuesta no era descabellada.

Y en España? Una educadora barcelonesa explicaba la siguiente situación: en un grupo de parvulario que ella coordinaba, una de las niñas de tres años tenía problemas de alimentación. Al preguntar a la madre cual era la situación extraescolar de la niña, la madre explicaba que tenía varias actividades -tenis, patinaje y piscina-, y que únicamente le daba tiempo a comer de pie, rápidamente, en media hora antes de salir corriendo para realizarlas todas.

Pese a que esto puede parecer una exageración, las cifras cantan. Según un estudio de la Universidad de Granada dirigido por el doctor Antonio Muñoz Hoyos, los casos de estrés infantil relacionados con un exceso tanto de actividades extraescolares como de tareas impuestas por la propia escuela van en paulatino aumento. El 8% de los niños sufren síntomas de esta dolencia, y en los adolescentes la cifra asciende al 20%.

Dolor de cabeza. Problemas de estómago. Trastornos de sueño. Disminución del apetito. Estos síntomas se traducen a largo plazo, según este estudio, en ansiedad, incapacidad de relajarse y agresividad. En muchos casos, también se da una regresión a etapas anteriores del desarrollo.
Son síntomas de una problemática cada vez más presente en la sociedad española: ¿Qué se hace con el tiempo libre de los menores?

Demasiadas actividades son perjudiciales, y no realizar ninguna es tomado muchas veces como un signo de despreocupación por la educación de los niños. Aunque la mayoría de familias suelen ver bien que los niños hagan deberes diariamente, no hay un consenso sobre cuanto tiempo es el adecuado para que el niño esté estudiando o realizando actividades que no sean estrictamente de ocio.

Otro de los síntomas del estrés infantil es el exceso de responsabilidad. Explicaba una madre de su hija adolescente: Ahora que ella decide lo que hace fuera del colegio, estudia piano, francés y hace danza. Yo le digo que necesita saber lo que es perder el tiempo. Va agobiada todo el día. El signo de los tiempos: ¿ya no hay tiempo que perder?

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