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Universidad-industria: el comienzo de una hermosa amistad

La alianza industria-Universidad se encuentra en fase de consolidación, aunque todavía le deparen tiempos mejores. En un momento crítico para la economía en general, y los laboratorios en particular, las farmacéuticas son cada vez más conscientes de la necesidad de aprovechar el talento académico investigador para su propio beneficio. Se tiende a abandonar el modelo de Universidad, aislado de la sociedad y de sus inquietudes. Países como Estados Unidos o Alemania se convierten en el espejo en el que mirarse.

La relación de la industria farmacéutica y la Universidad en España viene de antiguo y adopta múltiples figuras: la contribución, por parte de los laboratorios, a la labor docente de la institución académica, la acogida de estudiantes en prácticas y la captación de talentos y el fomento de la investigación mediante becas, premios y patrocinios. Pero existe un área más crítica, la aportación por parte de la Universidad a la creación de riqueza para la empresa y la sociedad, en la que ya se están dando pasos firmes y se están sentando las bases para la consolidación de una hermosa amistad.

La Universidad española y la industria caminan hacia el mutuo entendimiento y, en este caso, conocerse es quererse. Si la Universidad es un foco importante de investigación, ¿por qué no orientarla a los intereses empresariales? Éste es un asunto en el que cabe mejorar como revela el hecho de que España se sitúe en el noveno lugar del mundo en producción científica, pero descienda al 29 en competitividad y al 39 en innovación.

Mientras, en la estrategia de I+D de las compañías empieza a calar el concepto de open innovation, o lo que es lo mismo, captar el talento allá donde se genere. Y un foco importante es la Universidad. En los últimos cinco años, esta colaboración se ha «intensificado», afirma el secretario general de Innovación, Juan Tomás Hernani, que recuerda que la transferencia del conocimiento constituye un eje central de la Estrategia Estatal de Innovación.

Se ha emprendido un camino de no retorno, pero la distancia hasta alcanzar a los países anglosajones y del norte de Europa todavía es larga, y necesita de un apoyo más decidido por parte de la Administración pública, a través de incentivos económicos y fiscales y marcos normativos favorables. «Los países que, como Estados Unidos, son líderes en innovación, es porque esa relación está perfectamente engrasada», destacan Rafael Rodríguez e Ignacio Riesgo, de la consultora PricewaterhouseCoopers. Se trata de superar fórmulas verticales de esponsorización y comprender las bondades de un modelo en el que los tres agentes ganan.

En Estados Unidos, las empresas se instalan en los campus para evaluar directa y sistemáticamente patentes y resultados, participar en la relación con inversores y en la generación de spin off, detalla Rogelio Conde-Pumpido, director del Área de Gestión y Valorización de I+D de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). «En Estados Unidos, el MIT tiene casi un siglo de experiencia en estas prácticas, y en Europa están Oxford (Reino Unido) y Lausanne (Suiza)».

Siguiendo este modelo, en Santiago de Compostela se ha materializado una estrategia propia de transferencia orientada a través de Campus Vida, definido como un bioclúster en el que participan las universidades gallegas, junto con socios públicos y privados. Los promotores de este consorcio señalan que su leit motiv es la búsqueda «excelencia académica, científica y empresarial en el sector biotecnológico y biosanitario gallego que actúe como motor económico del país y promueva su proyección y competencia internacional». Del ámbito empresarial suenan nombres de farmacéuticas como Faes Farma, Almirall y Esteve o biotecnológicas como Zeltia o Advancell.

Spin off’, una forma de tender puentes
Se empieza a trabajar juntos, ¿pero se están generando resultados tangibles? El secretario general de Innovación destaca que en este aspecto brillan con luz propia las colaboraciones de las farmacéuticas con biotecnológicas, muchas de ellas son spin off con origen en universidades o centros de investigación. Son compañías superespecializadas y flexibles, que aprovechan las ideas más interesantes de la investigación básica y buscan su aplicabilidad comercial. Es el caso de Lorgen, que ha basado su actividad en técnicas de análisis genético y es una spin off de la Universidad de Granada (UGR), o Digna Biotech, spin off del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, cuya molécula, para la esclerodermia, p144, ya se encuentra en fase III. Otro ejemplo es NanoDrugs, ubicada en el Parque Científico de Albacete, y que nació de la Universidad de Castilla-La Mancha, dedicada a los dendrímeros para el diseño de moléculas de terapia génica.

La UGR es un ejemplo en cuanto a su implicación en consorcios de colaboración con instituciones público-privadas. En uno participa Pfizer, que ha invertido un total de 15,7 millones de euros para la creación del Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (GENyO), que comenzó a funcionar el año pasado. Además, el Parque Tecnológico de la Salud granadino también alberga la Fundación Medina (Centro de Excelencia en Investigación de Medicamentos Innovadores en Andalucía), participada al 50 por ciento por MSD, que cuenta con personal destinado en sus instalaciones, y el otro 50, por la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada.

De nuevo la oncología es la beneficiada de la apuesta por la medicina traslacional de otro gigante farmacéutico, Novartis. El consorcio de investigación biomédica y traslacional (Cibot) es fruto del acuerdo con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, y su Instituto de Investigación Oncológica (VHIO).

¿Por qué los laboratorios se están fijando en la industria? Las catalanas Esteve y Almirall afirman que tienen interiorizados los beneficios de esta alianza. «Es imposible ser expertos en todos los campos científicos que abarca la I+D, y tampoco podemos pretender llevar a cabo todas las etapas en solitario», afirma Carlos Plata, director científico de Esteve. La compañía cuenta con varios laboratorios en el Parque Científico de la Universidad de Barcelona (UB), y tiene en marcha media decena de proyectos de investigación con la Autónoma de Barcelona (UAB). Asimismo, de la UAB y el Hospital Germans Trías i Pujol, de Badalona, surgió la spin off Nanotherapix (adquirida por Grifols en enero), y Salupharma, para el desarrollo de biosimilares, junto con Alter, Efarmes y Snagell.

En Almirall, Jordi Beleta, director de Discovery Strategy and Alliances, y Pere Berga, director de Gestión de I+D, afirman que realizan «permanentemente» estudios en colaboración con universidades, y que muchos están vinculados a iniciativas públicas, como los proyectos Cenit, promovidos por el CDTI, o a la Innovative Medicines Initiative (IMI), promovida por la Unión Europea y la Efpia.
Las universidades de Barcelona, Sevilla, Alcalá de Henares, Complutense y Autónoma de Madrid son sólo «algunos ejemplos» de centros que han participado o participan en la estrategia de I+D de Normon, detalla su director médico, Carlos Govantes. Incluyen proyectos de investigación básica y aplicada, relacionados con la química analítica, el desarrollo farmacéutico y los ensayos clínicos

También para la Universidad el dinero del inversor privado tiene sus ventajas. Por ejemplo, permite una mayor «versatilidad» en el destino de sus fondos, para la compra de maquinaria o la contratación de becarios, apunta Antonio Rabasco, catedrático de la Universidad de Sevilla (US). Desde 1999, la US ha registrado 32 patentes relacionadas con el sector farmacéutico y cuenta con dos empresas de base tecnológica relacionadas con la industria farmacéutica (Cronfarma y Tecfarmade). El director del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRB Lleida), Xavier Matías-Guiu, resalta la importancia de esta ayuda para sufragar los enormes gastos de la investigación científica de la universidad y mantenerse al tanto de las necesidades y la actualidad en salud.

Formación y patrocinios
Otro forma de acercamiento de la industria a la universidad ha sido con formación y patrocinios. En este terreno, la vicedecana de la Facultad de Farmacia de la CEU San Pablo de Madrid, Elena Alonso, destaca la cátedra suscrita con Janssen-Cilag por la que el laboratorio interviene en la docencia, facilita la divulgación de la actividad de la industria, premia investigaciones y pone en marcha programas de prácticas. Normon cuenta con una cátedra con la Universidad de Alcalá en Farmacia Asistencial, Pfizer ha puesto en marcha diferentes cátedras con universidades como Zaragoza y la Autónoma y la Complutense de Madrid, así como AstraZeneca, que a través de su fundación, trabaja con la universidades Autónoma de Madrid, Santiago de Compostela, Castellón, Alcalá apoyando la labor de docencia e investigación.
El Ministerio de Ciencia tiene el punto de mira en la transferencia de conocimiento

La transferencia del conocimiento de la universidad constituye el eje central de la Estrategia Estatal de Innovación puesta en marcha por el Ministerio de Ciencia e Innovación, explica a F&I Juan Tomás Hernani, secretario general de Innovación. Un ejemplo de aportación en este sentido, señala, serí­a la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores, que desde hace cinco años trabaja para acercar estos dos mundos a través de grupos de trabajo. Reúne a directores de I+D de farmacéuticas, a hospitales, centros de screening… Constituye «un primer paso para crear relaciones más estrechas» y responde al nuevo modelo de open innovation, que en los próximos años «se desarrollará con más intensidad».

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