Universidad de Granada y Fundación Abbott lanzan el proyecto Ind-Dáder, que apoyan Sanidad, Consejo, boticarios y médicos de AP
Una guía consensúa proceso de indicación y criterios para derivar
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Casi cuatro años después de acoger la presentación del Consenso sobre atención farmacéutica (AF), que elaboró un grupo de expertos y publicó el Ministerio de Sanidad para fijar los cimientos sobre los que está construyendo este conjunto de servicios asistenciales en España, la Real Academia Nacional de Farmacia volvió la semana pasada a ejercer de anfitriona de un proyecto que nace son el reto de ayudar al farmacéutico a profundizar en uno de los tres servicios principales que definió aquél documento: la indicación farmacéutica.
Pedro Molina Porlán. pmolina@recoletos.es
Se trata del Programa Ind-Dáder, iniciativa del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada con la colaboración de la Fundación Abbott cuyo primer paso ha sido la publicación de una guía que desgrana con detalle el proceso completo de indicación farmacéutica según lo ha concebido un grupo de dieciséis expertos.
El proyecto irá tomando cuerpo a partir de 2006, cuando se publique una segunda guía que aborde los distintos síntomas menores y su tratamiento farmacológico por grupos y, sobre todo, cuando se inicie, previa formación, una investigación en seiscientas farmacias de veinte provincias (las de las autonomías uniprovinciales y una o varias del resto, elegidas en un muestreo aleatorio) que servirá para poner en práctica a gran escala una metodología que lleva gestándose, con sus preceptivos estudios piloto, más de dos años.
Así, aunque aún queda tiempo para saber cuál será la aplicabilidad y eficacia real del método, el valor inicial del Ind-Dáder reside en la cantidad y representatividad de los apoyos recibidos en su bautismo. Porque en el acto dieron su bendición al programa la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, la Fundación Pharmaceutical Care, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), la práctica totalidad de los presidentes de los veinte colegios de farmacéuticos que colaborarán en la primera fase del proyecto y, lo que es más significativo por la pública y reiterada reticencia de la corporación médica a este movimiento profesional, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).
Pero antes intervino M ª José Faus, directora del Grupo de AF de Granada, para desgranar los objetivos del programa, que van desde caracterizar el tipo de consulta que realizan los usuarios de las farmacias según el motivo, según requieran indicación u otro servicio farmacéutico (derivación al médico, seguimiento farmacoterapéutico, educación sanitaria u otros) y según las características de los pacientes, pasando por conocer los síntomas menores que originan indicación y por evaluar el efecto de la intervención farmacéutica hasta medir la satisfacción de los usuarios en relación al servicio.
Registro
También explicó Faus los dos grandes pilares del método. El primero, que se propone una metodología no por síntomas sino global, encaminada a que el farmacéutico, como punto de partida ante cualquier demanda de qué me da para pueda discriminar los síntomas menores de los que no lo son y entonces pueda derivar al servicio sanitario adecuado o aplicar el protocolo que crea conveniente según su criterio (ver gráfico). Y el segundo, que se incluye un procedimiento para el registro de la actuación y para comprobar cuál fue el resultado: Es muy importante que se documente lo que se hace, porque se realizan muchas acciones de tipo asistencial a diario de las que no queda constancia, afirmó.
Vea la guía Ind-Dáder completa en: www.correofarmaceutico.com/documentos
V. Baos, de la sociedad de médicos de AP: Este método no tiene puntos de fricción
Uno de los aspectos que todos y cada uno de los representantes institucionales que participaron la semana pasada en la presentación del programa de indicación farmacéutica Ind-Dáder destacaron de forma unánime es el hecho de que tanto en su diseño como en su próxima puesta en práctica se cuente con la participación activa de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc). Vicente Baos, coordinador del Grupo de Trabajo de Utilización de Fármacos de esta sociedad, explicó las razones de su apoyo: Cada vez más el paciente valora sus propios síntomas y toma su decisión de a dónde ir, lo cual le lleva en muchos casos directamente a la farmacia. Esa es la realidad social, y no es mala. Por eso nos interesa a todos que la atención farmacéutica (AF) sea de calidad, para lo cual es muy beneficioso colaborar y compartir datos, en referencia a la utilidad de que el boticario pueda conocer los historiales farmacoterapéuticos.
Y es que, para él, se habla mucho de AF negativamente por desconocimiento.
Sin embargo, subrayó que en esta metodología de indicación no hay un sólo punto de fricción entre las responsabilidades de médico y farmacéutico.
Y fue más allá: Apoyo al proyecto en la definición del abordaje clínico de los síntomas menores; las reglas del juego son claras, honestas y enormemente colaborativas, y si sale bien todos saldremos ganando, los farmacéuticos, los médicos y lo más importante, la sociedad.
LOS MENSAJES
Juan Manuel Reol, presidente de la Real Academia de Farmacia: Se ha construido un gran puzzle
Esta iniciativa ha logrado crear un magnífico puzzle porque ha sumado el apoyo de los pioneros de la atención farmacéutica con la Fundación Pharmaceutical Care, de la Administración, de la universidad, que aporta el sporte científico sin el cual no se lograría nada, de la Sociedad de Farmacia Comunitaria y de los médicos de atención primaria, cuya presencia es fundamental.
Todo ello con el Consejo General detrás, todos empujando en la misma dirección.
Val Díez, directora de la Agencia Española de Medicamentos: Es primordial que sumemos todos
Es importante que sumemos todos y que lo contemos. Tenemos que bajar tensiones en relación con todo el mundo del medicamento.
Pretendemos valorizar al farmacéutico y valorizar el campo de las especialidades farmacéuticas publicitarias. Los médicos están por un lado sobresaturados y por otro son aparentemente reacios a que se rompa el binomio sagrado médico-paciente, pero la realidad es que ellos no están para atender determinados síntomas menores.
Espero que con los resultados que se obtengan de esta investigación se ayude a rebatir opiniones personales con datos y nos ayude también a nosotros a decidir mejor qué medicamentos deben ser de prescripción y cuáles no.
Federico Plaza, director general de la Fundación Abbott: Debe existir una relación clínica farmacia-paciente
Pretendemos transmitir una sistemática de trabajo para diferenciar síntomas menores de aquéllos que no lo son, que parece sencillo pero no lo es tanto en la práctica. El qué me da para es el inicio de la relación clínica del farmacéutico con el paciente, que la hay como también la hay entre el paciente y el médico. Es fundamental que el boticario se integre en el equipo asistencial, como aliado del médico, y por eso hemos querido contar con el apoyo de la Semfyc. Los médicos, y especialmente los de primaria, son integrantes fundamentales de la atención farmacéutica.
José Ibáñez, presidente de la Sociedad de Farmacia Comunitaria: Es clave registrar lo que se hace
Necesitamos información sobre qué hace el farmacéutico en indicación y esto es lo que aporta esta investigación. Hay que disponer de criterios claros para saber si hay que derivar, pero también es clave registrar lo que se hace. Eso ayudará a que los médicos vean que el farmacéutico no pretende dar producto, sino ofrecer soluciones.