Probióticos, potencial remedio en enfermedad inflamatoria intestinal
Que el consumo continuado de ciertos probióticos ejerce efectos beneficiosos en la salud es algo que ya se sabía. Lo que se desconocía, y aún queda mucho por descubrir acerca de estas bacterias (hoy en día, usadas en como complementos de tratamientos) son sus posibilidades como soluciones específicoas para determinadas dolencias.
Por ejemplo, podrían ser el potencial remedio para la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), aplicación novedosa destacada por una revisión de varios estudios recientes publicada en el último número de Journal of Medical Microbiology.Según este trabajo, los microbios probióticos podrían ser el «remedio más exitoso» para la EII hasta la fecha: «La terapia convencional con fármacos se ha visto limitada por su efectividad y efectos secundarios», explica el autor, Filip Van Immerseel, microbiólogo de la universidad de Gante (Bélgica).
Los probióticos, bacterias vivas que se encuentran en compuestos o en ingredientes alimenticios, tomadas de forma habitual confieren beneficios para la salud a nivel preventivo, pero también curativo, como pasaría con la EII: «En esta dolencia, en cuya etiología hay mecanismos inmunitarios, ejercen influencia las bacterias intestinales, por lo que es una de las más apropiadas para el tratamiento con probióticos», confirma Alfonso Ruiz, microbiólogo y jefe de un grupo de investigación de la Universidad de Granada.
Las investigaciones sobre esta aplicación concreta de los probióticos (ver el gráfico inferior), en muchos casos, dan resultados alentadores: «Por ejemplo, hay grupos de investigación, como el mío propio, que estudian las propiedades antiinflamatorias de probióticos, con resultados muy interesantes en modelos experimentales de inflamación intestinal con animales», cuenta Alfonso Ruiz.
Antoni Castells, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Barcelona, comparte la opinión de su colega y del estudio: «Puede ser una nueva estrategia terapéutica para pacientes con EII. De hecho, ya estamos utilizando los probióticos en un grupo muy concreto de ellos, los intervenidos por bursitis, con resultados buenos».
Según el artículo de Van Immerseel, varios recientes estudios han mostrado el ácido bórico como potencial agente terapéutico en EII. Algunas bacterias lo producen naturalmente en el intestino, pero no estos pacientes. Los ensayos han demostrado que una inyección de bacterias que producen ácido bórico, sirve para tratar los síntomas de EII. Hay muchas bacterias que lo producen: «El problema es identificar las cepas capaces de colonizar el intestino sin ser absorbidas», explica Van Immerseel.
Más allá de sus posibilidades como tratamiento para la enfermedad intestinal, se investiga su uso en otras dolencias: «Se han descrito un buen número de cepas de distintas especies microbianas (mayoritariamente lactobacilos y bifidobacterias) con propiedades probióticas, pero cada una tiene su propio perfil de acción; es decir, cualquier cepa probiótica no va a realizar todas las acciones que se atribuyen genéricamente a los probióticos. Por eso en algunos casos puede ser recomendable dar mezclas de varios probióticos en lugar de uno solo», explica Alfonso Ruiz.
SIN EFECTOS SECUNDARIOS
Los probióticos tienen dos grandes ventajas: «No tienen efectos secundarios ni están contraindicados», comenta Castells. Excepto, por supuesto, «si se dieran con agentes antimicrobianos al que fuesen sensibles», apunta Alfonso Ruiz.Amelia Martí, profesora de Farmacia de la Universidad de Navarra, explica a CF que esta investigación comenzó a principios del siglo XX, aunque ahora se ha intensificado «por la importancia de la alimentación en los temas de salud».
En los últimos tiempos hay una actividad investigadora intensa: «Se ha documentado su efectividad en la reducción de hipercolesterolemia, protección ante a tumores, síndrome de colon irritable, prevención y tratamiento de infecciones y alergias, y hasta obesidad», enumera Ruiz.Martí destaca, además, que los probióticos son muy útiles en disfunciones de mayores (desnutrición, constipación y eficiencia del sistema inmune), digestibilidad a la lactosa, absorción de calcio y estímulo de la función inmune.
¿De venta en farmacias, o en el supermercado?
«En España se comercializan más de 200 tipos de alimentos funcionales», explica Amelia Martí , profesora de Farmacia de la Universidad de Navarra. En caso de que lleguen a ser considerados tratamientos terapéuticos únicos, ¿deberí an seguir vendiéndose en supermercados, o en farmacias? El gastroenterólogo Antoni Castells opina que «si están indicados en enfermedad deberí an venderse en farmacias, está claro».El microbiólogo Alfonso Ruiz piensa que es un tema confuso: «Como suplementos alimentarios pueden venderse en comercios pero si son preparaciones sólo de microorganismos probióticos con fines terapéuticos concretos, sí debieran dispensarse sólo en farmacias, dado que el tiempo y la conservacion afectan a su viabilidad». Además, «para los fines que se mencionan en el trabajo es imprescindible que estén vivos, su efecto es consecuencia de su actividad metabólica».
Descargar