«Para notar los efectos de la dieta hace falta paciencia, pero se tiene poca»
Cuando se busca a un experto en nutrición, entre los candidatos no puede faltar una mención a Antonio Sánchez Pozo. Doctor en Farmacia y director general de Universidades de la Comunidad Autónoma de Andalucía, su nombre se escucha cada día por los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, donde pertenece al grupo de investigación de Bioquímica de la Nutrición.
Fue allí, precisamente, donde comenzó su vocación, gracias a un trabajo sobre glucogenosis que acaparó toda su atención y encaminó su carrera. «Me siento cómodo entre lípidos y recomendaciones nutricionales», asegura. Y es que, a su juicio, pese a que la gente es consciente de que debe hacer una dieta lo más equilibrada posible, aún se cometen muchos «atropellos alimenticios», fruto, sostiene, de la mal denominada «cultura al cuerpo». Por ello, insiste, en que la nutrición no es sólo un aporte de energía fundamental, sino que afecta a las cuestiones más básicas de la salud.
Sánchez Pozo se describe como un «curioso por naturaleza» sin ningún hobby definido, lo que le lleva a disfrutar al mismo tiempo de diversas disciplinas como la literatura, la música o los deportes.
PREGUNTA.- ¿En qué momento nació en usted la vocación farmacéutica e investigadora?
RESPUESTA.- Me gusta todo lo que tiene que ver con el mundo de las enfermedades, en el sentido de tener que aliviarlas. Me pareció que podía ser una buena elección.
P.- ¿Se trata de vocación familiar?
R.-No, es propia. Al principio mis familiares y amigos me dijeron que estaba loco, que era muy difícil, pero yo tenía la sensación de que esto me iba a gustar.
P.- Posee una amplia carrera investigadora centrada en la nutrición.
R.- Una vez terminada la carrera empecé a hacer la tesina en el departamento de Bioquímicas de la Facultad de Ciencias de Granada. Me di cuenta de que me gustaba mucho la Biología Molecular y luego me llamó la atención un aspecto de esta rama que trabajaba en la expresión génica mediada por nutrientes.
P.- ¿El futuro de la nutrición pasa por la nutrigenómica?
R.- Creo que la misión científica de la nutrigenómica es para poder entender mejor muchísimas acciones particulares. No entiendo que la genética sea algo distinto del conjunto de la Biología o Medicina. Es una herramienta que te permite, en un momento determinado, entender algunas reacciones de los seres vivos que sólo intuíamos y ahora se documentan.
P.- ¿Cree que la población conoce bien los beneficios o perjuicios que pueden provocar algunos nutrientes o es todavía un handicap?
R.- Más o menos tiene una idea clara de que hay que seguir una dieta variada donde no falte lo necesario. Cuando no se siguen las recomendaciones o en situaciones especiales es cuando hay que tener una verdadera conciencia de cada uno de los nutrientes. La gente de la calle consume nucleótidos todos los días y hasta que no faltan no lo notan. Pasa lo mismo con las vitaminas.
P.- ¿Cree que es responsabilidad de la población estar informada?
R.- No considero que todo el mundo deba ser experto en temas de nutrición, pero sí que la Administración o quien corresponda deben poner atención donde se prevea una alerta y se traslade a la población. Por ejemplo, últimamente están surgiendo enfermedades relativas a la falta de hierro por los procedimientos que se realizan ahora en la preparación de alimentos o en algunos otros casos por esas dietas extrañas que hace la gente, y ahí sí que hace falta que se diga a la gente que necesita de todo.
P.- ¿Hasta qué punto son peligrosas las dietas milagro?
R.- No creo en ellas. Para que se noten los efectos de una dieta hay que tener paciencia y cada día se tiene menos. Tenemos que buscar cambios que el organismo sea capaz de tolerar, porque lo otro es ponerlo en una situación de estrés que no es buena.
P.- ¿Qué considera que es lo más importante que la población debe conocer respecto a la nutrición?
R.- Se cometen muchos atropellos en este sentido y por conseguir una figura determinada dejan de tomar lo que es necesario. Estudiando la nutrición me he dado cuenta de que afecta a las cuestiones más básicas de la vida. La gente no lo entiende, porque se cree que hace falta comer por la energía y no es sólo por eso, sino que pueden poner en riesgo a la persona si la nutrición no es la adecuada. Pero, lamentablemente, sólo se nota a largo plazo.
P.- En este sentido, el boticario también puede jugar un papel importante…
R.- Ocupa una posición privilegiada porque ve cómo están sus clientes, les conoce porque son del barrio y puede hacer un seguimiento a largo plazo, fundamental en estos temas nutricionales. Así, puede identificar problemas, aconsejar sobre determinadas prácticas. De alguna manera, el boticario se convierte en el eje sobre el que pivota esta acción nutricional.
P.- Ejercer atención farmacéutica, al fin y al cabo…
R.- Exacto. Atender, orientar y aplicar esa ciencia que ha aprendido durante 5 años de carrera trasladando sus conocimientos a personas que se lo van a agradecer.
P.- En su papel como director general de universidades de Andalucía, ¿qué vicios ve en la universidad española que habría que cambiar para una correcta adecuacación al nuevo Plan de Bolonia?
R.- Están organizadas en torno a un modelo de enseñanza germánico, más centrado en la teoría que en el desarrollo de habilidades prácticas, que ahora es lo que se está pidiendo. Es un debate de modelos que se puede solucionar sin entrar en una batalla abierta e ir adaptándose poco a poco, una teoría sin práctica no sirve de nada y viceversa.
P.- Su encomiable carrera le ha llevado a ejercer de asesor en prestigiosas revistas científicas. ¿Es difícil emitir un juicio?
R.- Es complicado, porque uno no puede tomar una decisión perfecta. Un problema bien planteado para mí ya tiene bastantes visos de credibilidad. Si el planteamiento que hacen de una investigación es un disparate, porque no se basa en ningún elemento previo de los que conocemos, pues o bien se argumenta dónde está la razón de esa discrepancia o teóricamente la decisión está clara.
P.- ¿Es cierto que sólo se publican los ensayos clínicos que ofrecen resultados positivos?
R.- Creo que siempre se produce algún tipo de sesgo porque somos personas. Tal vez la solución consista en que no haya sólo una persona, para que los sesgos se eliminen. Cuantos más participen, mejor, y de la suma de estos sujetos algo saldrá en común que será más objetivo. El sesgo es la experiencia propia.
EL PERFIL
DATOS PERSONALES. Nació el 19 de enero de 1954 en Cuevas de San Marcos, Málaga. Está casado, pero no tiene hijos.
FORMACIÓN ACADÉMICA. Doctor en Farmacia por la Universidad de Granada y especialista en Bioquímica Clínica y en Análisis Clínicos. Ha sido investigador en el Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, Visiting Associate Professor en la Escuela de Medicina de Nueva York y Visiting Professor en el Hospital San Juan de Brujas (Bélgica).
TRAYECTORIA PROFESIONAL. Su labor docente ha sido como profesor de Bioquímica General y Bioquímica Clínica en las licenciaturas de Farmacia, Biología y Bioquímica de la Universidad de Granada. Ha participado en másteres y cursos de doctorado de las Universidades de Granada, Jaén y Málaga, en programas de formación continua de los colegios de farmacéuticos de Albacete, Alicante, Almería, Badajoz, Cádiz, Castellón, Córdoba, Granada, Málaga y Murcia. En la actualidad es el director general de Universidades de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
OTROS MÉRITOS. Es asesor de las revistas Acta Paediatrica, Ars Pharmaceutica, European Journal of Physiology, Medical Science Monitor y Gut; además de miembro del comité editorial de Foxwell & Davies Publisher. Ha formado parte del tribunal evaluador de 34 tesis doctorales. Asimismo, ha sido reconocido con el premio del Consejo General de Colegios Farmacéuticos en 1987 y 1996.
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