– La sociedad sigue sin ver las plantas como medicamentos
Los españoles siguen sin percibir los productos a base de plantas medicinales como medicamentos. Además, sólo un 30 por ciento de los que consume fitoterapia con fines terapéuticos acude a la farmacia para adquirir estos productos, a pesar de ser el único establecimiento autorizado legalmente para venderlos.
Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta nacional elaborada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) a más de dos mil personas mayores de 15 años, de la que este periódico ya avanzó algunos datos en el pasado número.
Sin consejo sanitario
Según este estudio, la mayoría de los consumidores de plantas medicinales se deja orientar más en su consumo por un amigo o un familiar que por el farmacéutico; de hecho, el 31 por ciento de los consumidores de plantas se deja asesorar por un amigo o familiar; el 30,9 por ciento, por el dependiente de una tienda o de un herbolario, y sólo un 9,3 por ciento sigue las recomendaciones del farmacéutico.
Con respecto al profesional sanitario en el que los ciudadanos confían más para el asesoramiento de plantas medicinales, en primer lugar está el médico, con un 37,6 por ciento de todas las respuestas, a pesar de que en sus planes de estudios no se suele encontrar la fitoterapia, matizan los responsables del estudio. En segundo lugar está el dependiente del herbolario (con un 18,6 por ciento), seguido del naturópata (con un 12,9 por ciento) y en cuarto lugar está el farmacéutico (9,9 por ciento).
El farmacéutico es quien mejor está preparado para responder cualquier consulta sobre fitoterapia o uso terapéutico de las plantas medicinales, ya que se contempla en su plan de estudios, defiende Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de Infito.
Soluciones
Para cambiar la percepción de que los medicamentos a base de plantas no son fármacos, desde Infito se cree que la colaboración de los médicos podría ser clave, ya que son los profesionales en quienes más confían para que les asesore sobre fitoterapia.
Así, un 34,8 por ciento de los encuestados cree que uno de los acicates que conseguiría que los no consumidores de plantas lo hicieran sería que el facultativo las prescribiera (esta opinión aumenta a medida que desciende el nivel de estudios de los consultados). Bien es cierto que sólo uno de cada diez consumidores toma plantas que le haya recomendado su médico.
En la encuesta también se reflejan otros hábitos de consumo, cómo cuáles son las dolencias para las que se toman con más frecuencia productos fitoterápicos. Los datos reflejan que un 57,3 por ciento es para tratar problemas de nerviosismo o insomnio; un 41,9, para trastornos digestivos, y un 17,7 por ciento para afecciones circulatorias.
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