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La intervención sanitaria mejora el control en hipertensión

Un estudio realizado por investigadores de la Red de Investigación Cardiovascular del Instituto Carlos III, de Madrid, ha evaluado una estrategia para mejorar el control de la hipertensión y ha medido científicamente las consecuencias de tomar mal la medicación y confirma que la intervención sanitaria mejora las cifras de presión arterial.

Tras formar un grupo control y otro intervención, el estudio se fundamentó en tres acciones principales: recuento de pastillas durante las visitas al médico mediante un dispositivo electrónico incorporado al envase de las pastillas que registra en un chip las horas y fechas que el paciente abre el envase del tratamiento a lo largo de un mes, la designación de un miembro de la familia para apoyar y supervisar la adhesión del paciente al tratamiento del paciente y en tercer lugar el proporcionar a los pacientes una hoja informativa sobre sus medicamentos antihipertensivos. Hay que recordar que en actualidad son muchos los farmacéuticos que realizan labores similirares de control en pacientes hipertensos. De hecho, y a modo de ejemplo, en enero se pondrá en marcha en farmacias de toda España el proyecto ¡Cuídate Corazón!, promovido por Lácer y la Universidad de Granada (ver CF del 11-X-2010).

Tanto en los pacientes del grupo de intervención como en los del control se vigiló periódicamente su presión arterial y se indagó la posible aparición de eventos cardiovasculares durante 5 años. La intervención duró 6 meses y el seguimiento 39. Los análisis se basaron en 875 pacientes (457 en el grupo control y 418 en el de intervención).

NUEVAS ESTRATEGIAS
El estudio, publicado la semana pasada en la revista científica Circulation, ha revelado que a los 6 meses, los pacientes intervenidos mostraron una media de presión arterial sistólica significativamente menor que los pacientes del grupo contro (148 mmHg, los primeros y 151 mmHG, los segundos).

Además, se vió una disminución de la presión arterial diastólica de 81,9 mmHg en los primeros frente a 83,0 mm Hg en los segundos. Además, los pacientes en el grupo de intervención fueron menos propensos a tener descontrolada la tensión arterial y fueron mejores cumplidores del tratamiento.

Para Rafael Gabriel, uno de los coordinadores del estudio, «este trabajo proporciona una guía útil que puede ayudar a los gestores de salud en atención primaria a aplicar estrategias para mejorar la adherencia al tratamiento con fármacos antihipertensivos. Asimismo, Gabriel ha subrayado que «esta investigación demuestra la necesidad de indentificar otras estrategias de control de la hipertensión que vayan más allá de la terapia farmacológica y se basen en las conductas de los pacientes».

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