– Factores genéticos aumentan el riesgo de depresión.
Un estudio realizado por un equipo internacional de científicos, liderado por investigadores de la Universidad de Granada, asegura que un porcentaje de la población es genéticamente más proclive a sufrir depresión.
Aunque las causas de la depresión aún no han sido plenamente identificadas, existe un acuerdo entre la comunidad científica en que en ella intervienen factores genéticos y ambientales.
Este estudio, publicado en el número de agosto de Molecular Psychiatry, pone de manifiesto que el gen transportador de la serotonina podría predisponer a la depresión. En concreto, las personas que presentan el genotipo s/s son las más vulnerables y representan un 24 por ciento de la población.
En el estudio, 737 sujetos con edades comprendidas entre los 18 y 75 años donaron su saliva para un análisis genético y respondieron a cuestionarios acerca de si habían sufrido vivencias traumáticas en los últimos seis meses.
Las conclusiones indicaron que los poseedores de genotipo s/s eran más vulnerables a la depresión que los que presentan los otros genotipos (s/I o I/I). A estos pacientes les bastaba con un acontecimiento vital estresante para sufrir depresión, mientras que los otros grupos genéticos se requerían al menos dos, según explica a CF Jorge Cervilla, que junto a Blanca Gutiérrez llevó a cabo esta investigación.
El equipo de Cervilla trabaja en elaborar un paquete de factores de riesgo que indiquen quién va a responder a qué tratamiento de mejor manera.
En un futuro no muy lejano el médico sacará una muestra de sangre al paciente para un estudio genético y después recetará al paciente el fármaco que le sea más efectivo y el que menos efectos secundarios tenga, añade el experto. Esta iniciativa es parte del proyecto internacional Predict, financiado por la Unión Europea, que trabaja paralelamente en la identificación de los riesgos ambientales, para poder elaborar programas de prevención.
En hepatitic C
Pero no es el único estudio reciente que abre las posibilidades de una medicación más individualizada, ya que investigadores del Hospital Regional Universitario de Málaga han puesto de manifiesto cómo pacientes con hepatitis C en los que se encontró un aumento de la proteína denominada PIAS 1 en el hígado no responden al tratamiento indicado para la mayoría de los casos.
Estos pacientes deben sustituir su medicación habitual por otra pauta evitando efectos secundarios de un tratamiento ineficaz.