– Científicos españoles hallan una diana prometedora frente a DM y obesidad
La interleuquina 6 (IL-6) podría ser muy útil para el desarrollo de nuevos fármacos contra la obesidad y la diabetes tipo 2 (DM2), dos de las enfermedades que más preocupan en la actualidad por su creciente incidencia. Así se desprende de un proyecto internacional en el que han participado investigadores de Vitagenes, empresa de la Universidad de Granada, junto con científicos de la Universidad de Melbourne y del Baker Heart Research Institute (Australia).
María Revuelta. maria.revuelta@unidadeditorial.es 30/06/2008
Vitagenes ha colaborado en el proyecto a través de su director técnico, José Luis Mesa, que ha sido uno de los autores principales del estudio. Los resultados del proyecto, de los que se desprende el potencial tratamiento para prevenir la diabetes y la obesidad, han sido publicados en Journal of Endocrinology.
Según explica Mesa a CF, los hallazgos del estudio generan un cambio de paradigma en lo que se sabía de la IL-6. Hasta ahora se han realizado estudios epidemiológicos en los que se asociaban niveles altos en plasma de la IL-6 con la DM2 y la obesidad.
Han sido siempre estudios transversales, con muestras de personas no enfermas y otras diabéticas y obesas en los que se constataba que la IL-6 estaba elevada en estas últimas. Por ello, comenta Mesa, se empezó a asociar de forma negativa la IL-6 con estas patologías, y se pensaba que la molécula podía colaborar incluso en el desarrollo de estas enfermedades. A pesar de esta creencia, puntualiza, nunca se había constatado una relación causa-efecto entre la molécula y las patologías, ya que para ello hay que administrar IL-6 y ver los efectos que se producen a nivel metabólico. Y eso es lo que hicieron estos investigadores.
Sorprendente
Los científicos inyectaron IL-6 humana recombinante en modelos animales durante dos semanas, y vieron que así se incrementaban los niveles plasmáticos de la molécula (como igualmente están aumentados en las personas diabéticas y obesas).
Sin embargo, a nivel metabólico, los efectos directos de esta sustancia fueron bastante diferentes a lo que muchos esperarían: se mejoró la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina (los ratones eran capaces de transportar mayor cantidad de glucosa por cantidad de tiempo, algo beneficioso en DM2).
Además, se vio que la administración directa de esta molécula aumentó de forma significativa la expresión de dos genes relacionados con el metabolismo de las grasas a nivel oxidativo. El estudio sugiere que la IL-6 podría estar elevada de forma natural en obesos y diabéticos precisamente para combatir dichas enfermedades, hipótesis en la que venía trabajando Mesa.
Validar hipótesis
Para llegar a la hipótesis de que la IL-6 tenía un efecto protector y no perjudicial en DM2 y obesidad, los investigadores tenían pistas por estudios previos (algunos suyos) en los que se había visto que la actividad física (la mejor arma contra estas patologías) producía ciertas expresiones génicas a nivel muscular, y que una de ellas era aumentar la expresión génica de la IL-6 y su concentración a nivel plasmático. El nuevo estudio, además de confirmar la hipótesis, lo ha hecho con más intensidad de la que se creía.
El siguiente paso, avanza Mesa, será continuar con este estudio, pues la línea que ha abierto es realmente interesante. El próximo reto será realizar estudios ya en modelos humanos de forma progresiva y poco a poco. Aunque se muestra cauteloso, el investigador afirma que la estrategia podría servir para futuros fármacos frente a la obesidad y la diabetes: Si se observa el mismo efecto en humanos, podríamos encontrarnos con una diana interesante de fármacos que podrían incrementar la expresión génica de IL-6.
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