Dos piezas de salmón de piscifactoría a la semana benefician a las mujeres embarazadas y a sus bebés. Así se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Granada dentro del proyecto «The salmon in pregnancy».
Científicos de la Universidad de Granada han demostrado que comiendo dos piezas de salmón a la semana aumentan los niveles de omega 3 y mejoran las defensas antioxidantes, tanto de la embarazada como de su futuro hijo, debido a los niveles de selenio y retinol que contiene este tipo de pescado. Eso sí, el salmón en cuestión debe ser de piscifactoría ya que el pescado nacido en cautividad tiene un mayor contenido nutricional y menos niveles contaminantes.
Para llevar a cabo este proyecto, enmarcado dentro del Programa Marco del la Unión Europea «The Salmon in Pregnancy Study», se tomó una muestras de mujeres embarazadas al azar. Los científicos las dividieron en dos grupos, unas continuaron con su dieta habitual, las otras introdujeron el salmón a su dieta desde la semana 20 de embarazo hasta el día del alumbramiento.
Gracias a un exhaustivo control y a las muestras de sangre y orina entregadas por las mujeres en cinta, así como a las muestras obtenidas después del pinzamientos del cordón umbilical de los recién nacidos, los científicos demostraron que las mujeres que introdujeron el pescado en su dieta semanal aumentaron sus ácidos grasos omega 3 en su propio organismo y en el de sus hijos.
Además la ingesta de pescado a la que fueron sometidas hizo que el estrés oxidativo no aumentara, que la embarazada gozase de una mayor concentración de selenio y de retinol en su metabolismo y que se advirtiera un aumento de selenio también en el de sus bebés. Por otro lado no se adviertió que el consumo de salmón influyera negativamente en otros niveles metabólicos como los hidratos de carbono, lípidos, adipoquinas o citoquinas.
Si la recomendación de comer pescado cuatro veces a la semana deberíamos aplicarnosla todos, en el caso de las mujeres embarazadas y después de este estudio, con más razón.