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Investigadores granadinos estudian la relación entre los rayos y los terremotos para mejorar su predicción

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) estudian la relación entre los terremotos y los rayos con el fin de mejorar las herramientas actuales de predicción de seí­smos a partir de perturbaciones electromagnéticas en la atmósfera. También se persigue la instalación de dos observatorios, uno de ellos estarí­a situado en Sierra Alhamilla, desde donde se medirí­an ondas electromagnéticas en ELF. Este centro estarí­a comunicado por radioenlace digital con una unidad central de procesamiento en tiempo real situada en la Universidad de Almerí­a, conectada a su vez ví­a Internet con la UGR, con el fin de recoger toda la información disponible.

Los métodos de predicción de terremotos actuales son limitados hasta el punto de que, con el uso de estudios históricos junto a determinaciones ví­a satélite de movimientos de la corteza terrestre y medidas de tensiones en su interior, los cientí­ficos pueden determinar cuándo va a ocurrir un terremoto a largo plazo. Sin embargo, la predicción en una escala temporal más corta necesita de otras variables. Una de ellas, «son los fenómenos electromagnéticos que ocurren en la atmósfera terrestre y sus capas limí­trofes, la corteza terrestre y la ionosfera», explicó Andalucí­a Investiga.

La primera relación entre seí­smos y fenómenos electromagnéticos data de 1992. Un artí­culo publicado en «Science» propone un mecanismo de detección de la temperatura global del Trópico basado en el estudio de otro fenómeno electromagnético de origen natural: las resonancias de Schumann. Estudios realizados a posteriori demostraron esta correlación, evaluada a través del promedio temporal del número de rayos.

Cuando se produce un seí­smo, se registran variaciones en las caracterí­sticas de las resonancias de Schumann. Los rayos actúan como generadores de campos electromagnéticos de frecuencia baja y media. Los primeros se propagan a través de la atmósfera y rodean toda la Tierra. Son ondas con un espectro muy definido, resuenan a frecuencia de 7.8, 14, 20 y 26 Hz, describió unió de los cientí­ficos que participa en el proyecto «Estudio de fenómenos electromagnéticos naturales para el diagnóstico del Medio Ambiente».

Aunque es un fenómeno poco estudiado, antes de un terremoto se han encontrado anomalí­as en las resonancias de Schumann. Se han registrado variaciones que han propiciado la creación de un modelo que permitirí­a predecir los temblores. Los investigadores de la UGR pretenden realizar simulaciones numéricas y medidas experimentales que mejoren las actuales.

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