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Una pseudociencia muy popular: la astrología

Es indudable que históricamente la astrología ha contribuido al
conocimiento del Universo, pero no tiene ninguna base científica
Una pseudociencia muy
popular: la astrología
José Miguel Vílchez González
Si buscamos el término ‘horósco-
pos’ en Google aparecen
5.210.000 resultados y en tan so-
lo 0,14 segundos. ¡Qué rapidez!
Pero, ¿coinciden todos en sus
predicciones? Hagamos una
prueba, por ejemplo, con Capri-
cornio. El primero de los enlaces,
del que no indico procedencia
para no hacer publicidad (vayan
a denunciarme por infringir la
Ley Orgánica de Protección de
Datos), nos avisa de que si no te-
nemos pareja conoceremos a una
persona en una reunión familiar
que terminará siéndolo, siempre
que mostremos nuestro lado más
divertido. En cuanto al trabajo,
estamos pasando una época ten-
sa y debemos relajarnos para no
enfrentarnos a los compañeros.
Eso sí, si lo tenemos, cuestión al-
go difícil con los tiempos que co-
rren. Pero no nos preocupemos,
que si no es así una persona cer-
cana nos ofrecerá ayuda econó-
mica. Por último, en cuanto a sa-
lud, nos recomiendan salir más,
que llevamos una vida muy mo-
nótona y esto no es bueno.
En el segundo enlace son más
detallistas. Mercurio nos apoya
para compras importantes, así
que animémonos a hacerlas; hay
buena química con Tauro. ¿Será
Tauro la persona que conocere-
mos en la reunión familiar? De-
bemos huir de Escorpio; como
Venus nos da la espalda, igual
nos vemos tentados a romper
con la pareja; además, nuestra
postura del Kamasutra es ‘el pul-
po’, que nos ofrecerá a ambos
muy buenas vistas (texto lite-
ral). ¡Qué locura, tener que ir
preguntando por el horóscopo a
quienes conozcamos para saber
si es, o no, la persona adecuada!
En el tercero de estos enlaces,
y ya lo dejo, por motivos de es-
pacio, nos recomiendan no dis-
cutir con la pareja. ¿Con cuál,
con la que tenemos o con la que
vamos a tener en breve?; ade-
más, se augura un viaje corto en
el que ganaremos mucho dine-
ro; en cuanto al amor, algo muy
bello está por llegar, aunque si-
go sin saber si será la ruptura
con la actual pareja, o la que lle-
gará en breve. Finalmente, res-
pecto al trabajo, si se tiene, ha-
brá un ascenso con un merecido
aumento de sueldo. Si no lo te-
nemos no hay que preocuparse,
pues acudimos al horóscopo an-
terior.
Pese al galimatías que supone
comparar lo que dicen unos u
otros y a las incongruencias que
surgen de ello, los horóscopos, y
la astrología en general, cuen-
tan con multitud de seguidores.
Pero estas cuestiones, ¿tie-
nen base científica?
Empecemos por
analizar por
qué corres-
ponden los horóscopos occiden-
tales a las distintas épocas del
año. Cuando alguien nace, de-
trás del Sol se encuentra una
constelación. No la vemos en esa
época del año porque está detrás
del Sol y de día no vemos las es-
trellas, pero ahí está. Para verla
tendremos que esperar unos me-
ses. Así, para los nacidos en Ca-
pricornio, por seguir con el
ejemplo, entre el 23 de diciem-
bre y el 21 de enero según el pri-
mer enlace, el 22 de diciem-
bre y el 20 de enero se-
gún el segundo, o el
22 de diciembre y
el 19 de enero
según el ter-
¿Qué está pasando? Lo que ocu-
rre es que muchas veces se in-
tenta dar base científica a cues-
tiones que no la tienen, y un ca-
so de especial importancia es la
astrología. Hablamos en estos
casos de pseudociencias.
Hemos comentado en otras
ocasiones que para dar autori-
dad a ciertas construcciones del
conocimiento humano se suele
acudir al término ‘científico’, su-
poniendo que quienes reciben el
mensaje no se plantearán el sig-
nificado del vocablo, asumiendo
acríticamente la autoridad de-
seada. Hemos de romper con es-
ta tradición, y distinguir de mo-
do adecuado la ciencia de la
pseudociencia. No podemos ne-
gar que, históricamente, la as-
trología ha contribuido al cono-
cimiento del Universo, pero de
ahí a afirmar que tiene base
científica hay mucho camino es-
cabroso que recorrer. Es más,
cuando empezó a desarrollarse
sí era la constelación de Capri-
cornio la que se encontraba de-
trás del Sol en esa época del año,
fácilmente comprobable con el
simulador anterior. No olvide-
mos que vivimos en un Universo
en continuo cambio.
Así, si la astrología se comen-
zase a desarrollar en la época ac-
tual, los nacidos entre el segun-
Los horóscopos no
coinciden con los
fenómenos astronómicos
en los que se basan
Según la
astrología, el tener
un horóscopo u
otro depende de la
constelación que
haya detrás del
Sol el día que
nacemos.
El 1 de enero de 2014 la constelación tras el Sol era Sagitario, no Capricornio
cero (ni en esto
se ponen de acuer-
do), hemos de suponer
que en esas fechas es la cons-
telación de Capricornio (que se
ve en las noches del cielo de ve-
rano) la que se encuentra detrás
del Sol.
Sin embargo, una simple com-
probación con un simulador in-
formático, por ejemplo el pro-
grama Stellarium, de descarga
gratuita y aquí sí hago publici-
dad por ser software libre, nos
permite comprobar que, por
ejemplo, el 1 de enero de 2014 la
constelación que se encontraba
tras el Sol era… ¡Sagitario! Esto
cada vez confunde más. No coin-
cide lo que dicen los horóscopos
según miremos en un lugar o en
otro, no coinciden los periodos
del año de los mismos en las dis-
tintas fuentes, ni coinciden, a
poco que indaguemos, los fenó-
menos astronómicos en los que
se basan sus explicaciones.
do tercio de diciembre y los dos
primeros de enero serían Sagita-
rio y no Capricornio, y lo mismo
ocurriría con el resto de signos
del zodiaco, que verían sus pe-
riodos cambiados. ¡Y todos ten-
dríamos suerte distinta según
los horóscopos!
Les invito a difundir la dife-
rencia existente entre astrología
y astronomía, términos con fre-
cuencia confundidos posible-
mente por su parecida etimolo-
gía. Según el propio diccionario
de la Academia Española, la as-
trología consiste en el “estudio
de la posición y del movimiento
de los astros, a través de cuya in-
terpretación y observación se
pretende conocer y predecir el
destino de los hombres y pro-
nosticar los sucesos terrestres”;
y la astronomía es la “ciencia
que trata de cuanto se refiere a
los astros, y principalmente a las
leyes de sus movimientos”. En
otras palabras, la primera no es
ciencia, y la segunda sí. Es decir,
la primera no tiene poder de
predicción, mientras que la se-
gunda sí. Una diferencia extre-
madamente importante.

Es indudable que históricamente la astrología ha contribuido alconocimiento del Universo, pero no tiene ninguna base científicaUna pseudociencia muypopular: la astrologíaJosé Miguel Vílchez GonzálezSi buscamos el término ‘horósco-pos’ en Google aparecen5.210.000 resultados y en tan so-lo 0,14 segundos. ¡Qué rapidez!Pero, ¿coinciden todos en suspredicciones? Hagamos unaprueba, por ejemplo, con Capri-cornio. El primero de los enlaces,del que no indico procedenciapara no hacer publicidad (vayana denunciarme por infringir laLey Orgánica de Protección deDatos), nos avisa de que si no te-nemos pareja conoceremos a unapersona en una reunión familiarque terminará siéndolo, siempreque mostremos nuestro lado másdivertido. En cuanto al trabajo,estamos pasando una época ten-sa y debemos relajarnos para noenfrentarnos a los compañeros.Eso sí, si lo tenemos, cuestión al-go difícil con los tiempos que co-rren. Pero no nos preocupemos,que si no es así una persona cer-cana nos ofrecerá ayuda econó-mica. Por último, en cuanto a sa-lud, nos recomiendan salir más,que llevamos una vida muy mo-nótona y esto no es bueno.En el segundo enlace son másdetallistas. Mercurio nos apoyapara compras importantes, asíque animémonos a hacerlas; haybuena química con Tauro. ¿SeráTauro la persona que conocere-mos en la reunión familiar? De-bemos huir de Escorpio; comoVenus nos da la espalda, igualnos vemos tentados a rompercon la pareja; además, nuestrapostura del Kamasutra es ‘el pul-po’, que nos ofrecerá a ambosmuy buenas vistas (texto lite-ral). ¡Qué locura, tener que irpreguntando por el horóscopo aquienes conozcamos para sabersi es, o no, la persona adecuada!En el tercero de estos enlaces,y ya lo dejo, por motivos de es-pacio, nos recomiendan no dis-cutir con la pareja. ¿Con cuál,con la que tenemos o con la quevamos a tener en breve?; ade-más, se augura un viaje corto enel que ganaremos mucho dine-ro; en cuanto al amor, algo muybello está por llegar, aunque si-go sin saber si será la rupturacon la actual pareja, o la que lle-gará en breve. Finalmente, res-pecto al trabajo, si se tiene, ha-brá un ascenso con un merecidoaumento de sueldo. Si no lo te-nemos no hay que preocuparse,pues acudimos al horóscopo an-terior.Pese al galimatías que suponecomparar lo que dicen unos uotros y a las incongruencias quesurgen de ello, los horóscopos, yla astrología en general, cuen-tan con multitud de seguidores.Pero estas cuestiones, ¿tie-nen base científica?Empecemos poranalizar porqué corres-ponden los horóscopos occiden-tales a las distintas épocas delaño. Cuando alguien nace, de-trás del Sol se encuentra unaconstelación. No la vemos en esaépoca del año porque está detrásdel Sol y de día no vemos las es-trellas, pero ahí está. Para verlatendremos que esperar unos me-ses. Así, para los nacidos en Ca-pricornio, por seguir con elejemplo, entre el 23 de diciem-bre y el 21 de enero según el pri-mer enlace, el 22 de diciem-bre y el 20 de enero se-gún el segundo, o el22 de diciembre yel 19 de enerosegún el ter-¿Qué está pasando? Lo que ocu-rre es que muchas veces se in-tenta dar base científica a cues-tiones que no la tienen, y un ca-so de especial importancia es laastrología. Hablamos en estoscasos de pseudociencias.Hemos comentado en otrasocasiones que para dar autori-dad a ciertas construcciones delconocimiento humano se sueleacudir al término ‘científico’, su-poniendo que quienes reciben elmensaje no se plantearán el sig-nificado del vocablo, asumiendoacríticamente la autoridad de-seada. Hemos de romper con es-ta tradición, y distinguir de mo-do adecuado la ciencia de lapseudociencia. No podemos ne-gar que, históricamente, la as-trología ha contribuido al cono-cimiento del Universo, pero deahí a afirmar que tiene basecientífica hay mucho camino es-cabroso que recorrer. Es más,cuando empezó a desarrollarsesí era la constelación de Capri-cornio la que se encontraba de-trás del Sol en esa época del año,fácilmente comprobable con elsimulador anterior. No olvide-mos que vivimos en un Universoen continuo cambio.Así, si la astrología se comen-zase a desarrollar en la época ac-tual, los nacidos entre el segun-Los horóscopos nocoinciden con losfenómenos astronómicosen los que se basanSegún laastrología, el tenerun horóscopo uotro depende de laconstelación quehaya detrás delSol el día quenacemos.El 1 de enero de 2014 la constelación tras el Sol era Sagitario, no Capricorniocero (ni en estose ponen de acuer-do), hemos de suponerque en esas fechas es la cons-telación de Capricornio (que seve en las noches del cielo de ve-rano) la que se encuentra detrásdel Sol.Sin embargo, una simple com-probación con un simulador in-formático, por ejemplo el pro-grama Stellarium, de descargagratuita y aquí sí hago publici-dad por ser software libre, nospermite comprobar que, porejemplo, el 1 de enero de 2014 laconstelación que se encontrabatras el Sol era… ¡Sagitario! Estocada vez confunde más. No coin-cide lo que dicen los horóscopossegún miremos en un lugar o enotro, no coinciden los periodosdel año de los mismos en las dis-tintas fuentes, ni coinciden, apoco que indaguemos, los fenó-menos astronómicos en los quese basan sus explicaciones.do tercio de diciembre y los dosprimeros de enero serían Sagita-rio y no Capricornio, y lo mismoocurriría con el resto de signosdel zodiaco, que verían sus pe-riodos cambiados. ¡Y todos ten-dríamos suerte distinta segúnlos horóscopos!Les invito a difundir la dife-rencia existente entre astrologíay astronomía, términos con fre-cuencia confundidos posible-mente por su parecida etimolo-gía. Según el propio diccionariode la Academia Española, la as-trología consiste en el “estudiode la posición y del movimientode los astros, a través de cuya in-terpretación y observación sepretende conocer y predecir eldestino de los hombres y pro-nosticar los sucesos terrestres”;y la astronomía es la “cienciaque trata de cuanto se refiere alos astros, y principalmente a lasleyes de sus movimientos”. Enotras palabras, la primera no esciencia, y la segunda sí. Es decir,la primera no tiene poder depredicción, mientras que la se-gunda sí. Una diferencia extre-madamente importante.
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