– Expertos aseguran que las publicaciones biomédicas acaparan poco la atención de los facultativos
“Los artículos científicos son poco utilizados por los clínicos para la toma de decisiones y de cara a la solución de los problemas del día a día de la consulta”, tal como se puso de manifiesto en unas recientes Jornadas
Uno de los grandes retos de la investigación biomédica, según la directora del Instituto de Salud Carlos III, pasa por transmitir los nuevos conocimientos a la sociedad de forma correcta y rigurosa. Así lo manifestó durante las Jornadas sobre “Retos actuales en la publicación biomédica”, celebradas el pasado 3 de abril.
Durante las mismas, uno de los participantes, el doctor Rafael Gabriel, director de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario La Paz, se dedicó, durante su intervención dentro de la mesa redonda “los retos de publicar ciencia biomédica hoy”, a desgranar, precisamente, la utilidad de las publicaciones biomédicas para los médicos, llegando a afirmar que “la mayoría de estas revistas son poco leídas por los clínicos, siendo más bien utilizadas como ‘canal de comunicación’ entre científicos básicos”.
Tras un análisis pormenorizado de la situación el doctor Gabriel expuso la conclusión de que los artículos científicos son poco utilizados por los clínicos para la toma de decisiones y de cara a la solución de los problemas del día a día de la consulta, siendo éstos más partidarios de la consulta “a través de libros de texto o de la información en los pasillos, comentada con sus colegas”.
Y es que, atendiendo a los resultados de una encuesta realizada en Oxford, las fuentes de información empleadas por los clínicos distan mucho de ser, precisamente, las revistas biomédicas, sino que por este orden, para su puesta al día emplean: a los delegados de la industria farmacéutica; a los líderes de opinión de simposios y congresos; las consultas informales de pasillo o de sesiones clínicas no sistematizadas; y la bibliografía.
Factor de impacto
El doctor Gabriel aludió, al igual, que el editor jefe de la Revista Española de Cardiología, el doctor Fernando Alfonso, que participó en la misma mesa redonda, al efecto “impactitis” que padecen muchos profesionales, así como por publicar sobre los temas que estén de moda.
Varios fueron, asimismo, los ponentes que se refirieron a los pros y contras del factor de impacto. Como opinó, al respecto, el doctor Alfonso, “el factor de impacto es meramente un cociente, es imposible que refleje toda la calidad y prestigio que hay detrás de una investigación”.
Para la investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante Ángela Nieto, “en cierto modo, podríamos decir que es tal el interés por dicho factor que, en cierto modo, se podría comparar a las ‘audiencias de la televisión’. Y es que como apuntó, por su parte, el investigador y catedrático de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Granada, el doctor Félix de Moya, “es muy popular e intuitivo”.