LA RECOMENDACIÓN DEL MÉDICO ES CLAVE PARA AUMENTAR EL CONSUMO DE PLANTAS MEDICINALES
En los estudios reglados de Medicina no se estudian las plantas medicinales. El farmacéutico, en cambio, cuenta con varias asignaturas sobre ellas en su carrera
Madrid, 18 de diciembre de 2008. Los españoles cada vez confían más en los medicamentos a base de plantas para tratar y prevenir trastornos leves o moderados, aunque lo harían aún más si las recomendara el médico. Así se desprende de un estudio elaborado por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) con motivo de su décimo aniversario.
La principal motivación que tendrían los no consumidores de plantas para empezar a utilizarlas sería que se lo recomendara su médico. El 34,8 % de ellos así lo declara en una encuesta realizada entre 2000 personas de toda España, y que refleja un aumento de un 7 % con respecto al año anterior. En segundo lugar de los impulsos para consumir se encuentra un mayor conocimiento de las propiedades de las plantas (31 %) y en tercero una eficacia demostrada (21 %). Los mayores de 51 años, los residentes en el País Vasco y las personas con menos estudios son quienes más depositan su confianza en el médico para consumir o no plantas medicinales, según la encuesta. Más de la mitad de los no consumidores no utiliza plantas porque dice no necesitarlas pero un 4,5 % admite que sólo toma lo que le recomienda su doctor.
“Desgraciadamente hay poca predisposición por parte del médico a prescribir fitoterapia, e incluso desconoce que una buena parte de los medicamentos son de origen vegetal, lo que se debe, entre otros factores, a que no se estudian, por lo general, en las facultades de Medicina. En países como Alemania o Francia no sólo hay conocimiento del médico sino que algunos preparados de plantas medicinales, como el Hipérico, se recetan con más frecuencia que los preparados de síntesis equivalentes”, explica el doctor Bernat Vanaclocha, miembro de la Junta Directiva de INFITO.
Otra razón aducida para no tomar plantas medicinales es el desconocimiento sobre las mismas, aunque el porcentaje es minoritario: un 15% de la muestra, sobre todo entre los universitarios (19%), los más jóvenes (18%) y los residentes en País Vasco (17%), Cataluña y Madrid (16% en ambos casos).
También entre los consumidores habituales de fitoterapia (uno de cada tres españoles) hay una confianza mayoritaria en el médico. El 37,6 % confía en el consejo del médico sobre las plantas medicinales, muy por encima del resto de profesionales. Sólo uno de cada diez consumidores habituales de plantas medicinales lo hace inducido por su médico (10,8 %) o su farmacéutico (9,3 %). Se da la circunstancia que sólo los farmacéuticos cuentan en su formación académica reglada con diversas asignaturas relacionadas con la fitoterapia.
“Aunque las plantas medicinales se encuentran en el origen de la farmacopea actual, durante muchos años desaparecieron de las farmacias, que sólo se ocuparon de los medicamentos de síntesis. Ese hueco fue ocupado por herbolarios y otros establecimientos que aprovecharon el creciente interés de los consumidores por tratamientos naturales eficaces y seguros para dolencias leves y moderadas. Si bien las farmacias han vuelto a ocupar el lugar que les corresponde, como dispensadores de medicamentos, sean de origen vegetal o sintético, aún queda mucho por recorrer”, destaca Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de INFITO.
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