Una investigación de la Universidad de Granada concluye que un sistema de tutorías llevadas a cabo por universitarios de últimos cursos a estudiantes de nuevo ingreso puede mejorar de forma efectiva su rendimiento. Una medida que, además, apenas supone coste para la universidad.
Según los resultados de una investigación llevada a cabo por la Universidad de Granada, y de la que se ha hecho eco la agencia SINC, se pueden corregir los problemas como el abandono, la falta de motivación o el bajo rendimiento en las universidades. Una buena fórmula es que los estudiantes de últimos cursos ayuden mediante tutorías a alumnos recién ingresados en la universidad. El proyecto pretende que toda la experiencia que hayan acumulado los estudiantes de cuarto y quinto curso sea reinvertida en jóvenes recién llegados.
La idea de investigación sobre este campo arrancó en 2002 pero no tuvo su comienzo hasta 2007, cuando se obtuvo financiación del Ministerio de Innovación y Ciencia. Estados Unidos, mientras, llevaba décadas estudiando este fenómeno. Tras tres años de investigación y de ensayos pilotos se ha dado por finalizado el proyecto.
Los ensayos se han realizado en seis titulaciones diferentes: Psicología, Farmacia, Economía, Administración y Dirección de Empresas, Ingeniería de Química y Caminos, Canales y Puertos. En total han trabajado en el proyecto 125 tutores que han ayudado a 264 alumnos de recién matriculados.
Los tutores se han elegido atendiendo a unos criterios de los investigadores y han sido entrenados para desarrollar las sesiones de tutoría con los alumnos de nuevo ingreso. Estos alumnos de últimos cursos se han hecho responsables de un máximo de dos jóvenes.
Las tutorías se han realizado durante dos horas a la semana y según los investigadores la idea no era buscar mejorar la satisfacción de los implicados, “sino que nos hemos centrado en demostrar la eficacia, la utilidad y el impacto del programa”. “Nuestra intención”, continúan, “era mejorar la productividad universitaria, medida mediante los indicaciones de calidad que propone el Ministerio”.
Los alumnos y sus tutores han trabajado aspectos como la ansiedad, el pensamiento crítico, el tiempo y amiente de estudio, las estrategias de aprendizaje y motivación, la planificación y organización del tiempo, el repaso o la autorregulación del esfuerzo.
Parte del éxito del programa se debe a la actitud de los tutores ya que muchos de ellos han renunciado a la posibilidad de cambiar esta actividad por créditos o cualquier otro incentivo previsto. Todos han coincidido en que les hubiera gustado tener una ayuda así cuando llegaron a la Facultad.
Los investigadores están muy satisfechos con los resultados ya que han encontrado “mejoras estadísticamente significativas” en la tasa de rendimiento y tasa de éxito para las convocatorias ordinarias de febrero y junio, “y extraordinariamente en septiembre”.
“Este es un programa de coste bajo y beneficios directos e indirectos extraordinarios, aplicable a cualquier titulación y rama de conocimiento. Sólo es necesario para llevarlo a cabo docentes dispuestos, materiales apropiados”, explicó uno de los profesores encargados de la dirección del proyecto.
