Temer a la muerte es algo que sufren más las personas que cuentan con un bajo nivel de estudios que quienes poseen formación universitaria. Es, además, un tema mucho más escabroso para las mujeres que para los hombres, lo que influye directamente en los pequeños: el 76% de los niños que asegura tener miedo a la muerte lo hacen porque sus madres evitan más el tema, temen más una muerte prematura y presentan peores estrategias de afrontamiento ante la misma.
Todas estas son las conclusiones recogidas en ‘Educación para la muerte: Estudio sobre la construcción del concepto de muerte en niños de entre 8 y 12 años de edad en el ámbito escolar’, una investigación realizada en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR) por Claudia Fabiana Siracusa y dirigido por los profesores Francisco Cruz Quintana y Mª Nieves Pérez Marfil.
Para llegar a ello, los autores trabajaron con una muestra formada por 288 niños escolarizados de entre 8 y 12 años, junto con sus padres, madres o tutores y docentes para analizar cómo influyen, en la comprensión del concepto de muerte que tienen los pequeños, las actitudes, temores, creencias y estrategias de afrontamiento hacia la misma que muestran los adultos más cercanos a ellos. [Ver Cursos de Psicología Escolar]
Fruto de esta investigación, los profesionales alertaron sobre la necesidad de un cambio de mentalidad en las familias y en los profesores respecto al tema de la muerte y el proceso de fin de vida porque es un tema crucial para la salud de los niños y la configuración de su personalidad.
Conclusiones
Los resultados muestran que la mayor parte de los pequeños ha tenido experiencias personales relacionadas con la muerte, creen en la vida después de la muerte y muestran preocupación por ella. Ellos son conscientes de un tema, en ocasiones tabú y que no se contempla en el currículo escolar, tal y como reconoció el 80% de los docentes.
Por ello, la UGR cree “fundamental” educar a los niños en la muerte “como un modo de valorar la vida, acabando con la idea falsa, irreal, que de la muerte transmiten los medios de comunicación y que dote al niño de estrategias y recursos para afrontar de una forma madura las pérdidas que, inevitablemente, se van a presentar en su vida sin que ello venga acompañado de consecuencias leves o graves sobre su salud psicológica y física”.
Acabar con actitudes negativas como son el miedo o evitar hacer cualquier tipo de referencia a la misma, sería clave, ya que este trabajo ha revelado la influencia del nivel educativo. “En la actualidad la muerte no es abordada en educación, de manera formal y sistematizada”, recuerdan desde la universidad, por lo que su incorporación “sería una forma de proveer a los niños de una perspectiva más cierta e intensa de la vida, y evitaría muchas de las dificultades en la resolución de los procesos de duelo que la persona debe afrontar una vez que es adulto”.